El Verdadero Medio Oriente, tierra de contrastes y conflictos

Conferencias en la Asociación de Graduados del Colegio de Defensa Nacional.

La Asociación de Graduados del Colegio de Defensa Nacional, es una agrupación que reune a los egresados de la máxima casa de estudios militares del Instituto Armado: el Colegio de Defensa; así como del Cesntro de Estudios Navales de la Secretaría de Marina, con el objeto de actualizar a sus integrantes en los temas de mayor relevancia e interés nacional, relacionados con la seguridad y Defensa Nacuional.

De esta forma, dicha agrupación que congrega a generales, almirantes y funcionarios de gobierno federal destacados, dando cumplimiento a lo que dictan sus estatutos se reune todos los jueves para escuchar a los más destacados líderes de opinión y expertos en seguridad y defensa nacional, con lo que adquieren los conocimientos necesarios para un mejor desempeño en sus ámbitos de competencia.

Aunado a ello, dado el prestigio de los temas que se exponen en su sede, ubicada en el Campo Militar de Popotla, Ciudad de México, la Asociación de Graduados del Colegio de Defensa, se ha convertido en lugar donde se difunde de la cultura de seguridad y defensa naciona, guiados por el liderazgo del General de División D.E.M., Fernando Millán Villegas, Presidente del Consejo Directivo de la agrupación.

Con este prepósito, el pasado 18 de noviembre, el Doctor José Medina González Dávila, presentó la conferencia titulada “Geopolítica y Geoestrategia del Medio Oriente”, en la que abordó con la expertise y el conocimiento que lo caracteriza en estos temas, la compleja problemática de esa región conocida por sus conflictos.

Geopolítica y Geoestrategia del Medio Oriente

El Medio Oriente contemporáneo representa uno de los entornos más diversos, complejos y dinámicos del mundo. Mientras que en el imaginario colectivo occidental este entorno evoca e invoca imágenes románticas e idealizadas de una “Arabia” distante y exótica, en realidad este espacio constituye uno de los ejes geopolíticos y de Poder Internacional más importantes de la comunidad internacional. Lo anterior se debe a una profunda falta de conocimiento, de percepción y de interés generalizado por estudiar esta región geográfica.

El “Mundo Árabe” constituye varios entornos extendidos en al menos dos continentes. En el occidente encontramos el Norte de África, conocido como el Maghreb; la Península Arábiga, y su inmediata región al norte hasta el estrecho del Bósforo; al oriente está el territorio de Asia Central y se extiende incluso hasta la frontera de India. Cada una de estas regiones tiene su propia tendencia y dinámica sociocultural, y aunque se pueden diferenciar geográficamente como por ciertas tendencias etnológicas y etnohistóricas particulares, la identificación cultural y religiosa los vincula en una amalgama identitario compleja.

En primer lugar, encontramos que uno de los elementos cohesionantes de estas sociedades es la observancia del Islam. Aunque existen dos grupos principales de esta que es la segunda religión más numerosa del mundo, a saber la Shia y la Sunna, así como diversas sectas y grupos particulares, también en este entorno se dan cabida diversas religiones y creencias. Contrario a la imagen difundida en el mundo occidental en los últimos veinte años, el Islam en su estado puro es una de las religiones más tolerantes de la historia. Estas prácticas están reguladas por el Derecho Islámico, la Sharia. Mientras que tan sólo pocos Estados contemporáneos se apegan fielmente a este referente jurídico como único medio de ejercicio legal, las enseñanzas a todos los musulmanes involucran este código normativo, el cual dicta su comportamiento, y por tanto su proceso de percepción e interacción con el resto de la comunidad internacional.

Desde hace veinte años, el Medio Oriente se ha convertido ante la imagen pública internacional en un entorno caracterizado por la guerra. Desde la invasión de Afganistán en 2001 y de Irak en 2003 por la coalición internacional liderada por Estados Unidos, así como los conflictos en Siria, Líbano, Egipto y Jordania, las últimas dos décadas han sido particularmente complejas para este espacio de nuestro mundo. Sin duda, uno de los temas recurrentes es el Conflicto Árabe-Israelí, en el cual dos tradiciones de pensamiento, religiosidad e historia compiten por un mismo espacio geográfico, cada uno luchando por lo que percibe como su supervivencia.

Indudablemente, algunos de estos conflictos no tienen una solución sencilla, directa y que sea aceptada por consenso entre todas las tradiciones locales. Es en este marco de conflictos, tensiones y distenciones regionales que el Medio Oriente también exhibe sus grandes potencialidades. Desde la consolidación en los últimos setenta años en la potencia petrolera de mayor influencia en el mundo, hasta la disposición de algunos Estados por innovar en tecnología nuclear y fuentes energéticas alternativas.

El Medio Oriente es un entorno de contrastes, de realidades ora complementarias ora contradictorias. Mientras que por un lado vemos estos avances y potencialidades energéticas, financieras, comerciales y por tanto de Poder Político internacional, también es la cuna de algunos de los movimientos más extremos, radicales, y peligrosos que ha visto la humanidad. Emblemáticos son los nombres de “Al Qaeda”, responsable de los atentados terroristas en Nueva York el 11 de Septiembre de 2001; así como también “Hammas” y “Hezbolá”, quienes se caracterizaron por su violencia en Jordania, Siria, Líbano e Israel. El “Estado Islámico de Irak y Siria”, conocido por sus siglas en inglés “ISIS”, se ha convertido en el epítome del terrorismo islámico fundamentado en una visión distorsionada y patológica del Islam.

Estos movimientos se han expandido a África, Asia-Pacífico, y existen indicios de posibles vinculaciones con América Latina. La expansión de organizaciones con tendencias terroristas ha capturado la atención internacional, dejando de lado y en la obscuridad relativa los grandes avances científicos y tecnológicos que se han generado en las últimas dos décadas, así como la profunda trascendencia y riqueza cultural de este entorno geográfico. Actualmente, la diversificación comercial, financiera y de inversión del Mundo Árabe al resto del mundo ha desafiado cualquier expectativa en su contra. Dotados de una incuestionable visión prospectiva y estratégica, el Medio Oriente se ha convertido en uno de los principales “Centros de Gravedad” del Tercer Milenio.

Desafiando las expectativas, vemos como Estados como Irán se están convirtiendo en potencias regionales, con capacidades militares, navales, aéreas, espaciales y cibernético-virtuales muy considerables. Nuevamente, y de manera cíclica, vemos como este país se está re-inventando en el “Nuevo Imperio Persa”, un regreso a su antiguo esplendor y capacidad de influencia global. De manera discreta, encubierta, pero contundente, Irán ha desarrollado importantes vinculaciones globales de gran valor estratégico para el porvenir. Lo mismo podemos ver (aunque en menor proporción) con países como Pakistán, Israel, Egipto y los Emiratos Árabes Unidos. Estos países, de difícil orografía y pueblos férreos, se han re-inventado en los últimos veinte años.

En esencia tenemos una región que sigue en proceso de transformación y cambios. Apenas en 2021 vimos el regreso del Talibán a Afganistán, y el abandono de Estados Unidos de este Teatro de Operaciones. Pese a la presencia multinacional encabezada por la mayor potencia del mundo, y de más de veinte años de guerra en diferentes niveles de intensidad, el indómito Afganistán volvió a sorprender al mundo. Guardando las debidas proporciones y contextos, es un ejemplo del presente y futuro del Medio Oriente.

Más que abocarnos a imágenes idílicas, románticas, o que evoquen un pasado percibido distante, debemos reconocer al Medio Oriente como uno de los grandes ejes del Poder en el mundo actual y para el porvenir. Es y será un entorno donde el pasado vive en conjunto con el futuro, donde la tradición se conjunta con la innovación, y donde el porvenir augura complejidad pero también oportunidad. Esta es la mística y magia del verdadero Medio Oriente.