Simposio Académico Internacional El liderazgo como eje central en la formación militar

En un auditorio con arquitectura isóptica, repleto de cadetes del Heroico Colegio Militar, y discentes de los planteles del Sistema Educativo militar, representantes de delegaciones y academias de 22 países, presentes en el Simposio Académico Internacional El liderazgo como eje central en la formación militar, que organizó el Director de Educación Militar y Rector de Universidad del Ejército y Fuerza Aérea (UDEFA), de la Defensa Nacional, General de División D.E.M. David Rivera Medina, mediante un comité.

Durante la clausura, el Rector de la UDEFA expresó a las naciones amigas que la institución que representa se siente honrada por su presencia en el simposio, y por los conocimientos y experiencias compartidas de los procesos de formación en liderazgo que se sigue en sus países.

Comentó que la delegación mexicana compartió la cultura castrense de México, la importancia del liderazgo en la formación de los futuros mandos del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, así como los medios y procedimientos empleados en su formación y fortalecimiento.

Lo más peligroso en las turbulencias de las operaciones actuales, no es la turbulencia en sí, sino seguir operando sin la visión requerida para atenderla con un enfoque de liderazgo.

CONCLUSIONES DEL SIMPOSIO

El General Brigader D.E.M. Manuel Ladrón de Guevara, Director del Centro de Liderazgo Militar (Celmi) del Ejército Mexicano, responsable de presentar las conclusiones del simposio, aseveró que entre las ponencias presentadas existe una diversidad de tipos de liderazgo, así como formas de interpretarlo. Destacan, expresó, los liderazgos como rasgo, habilidad, actitud, compromiso, relación y el de influencia.

OPERACIONES EN UN ENTORNO COMPLEJO

Agregó que las 22 delegaciones asistentes coincidieron en que el “entorno de las operaciones es complejo, cambia rápidamente, por lo que ningún plan resiste el primer encuentro, lo que demanda agilidad en todos los escalones”.

En el simposio se destacó la necesidad de poner atención en las operaciones, en la finalidad y el propósito de la misión, pues dijo “ya no es suficiente la sincronización física, ni la coordinación intelectual, se requiere de un compromiso más emocional”.

De esta premisa, advirtió, se deduce la “importancia para el Ejército y Fuerza Aérea de tener en todos los escalones hombres y mujeres inteligentes, valientes, visionarios y decididos, capaces de influenciar y dirigir a los subordinados, con el fin de obtener obediencia, confianza, respeto y leal cooperación en la misión”.

FORMACIÓN EN LIDERAZGO

En otra conclusión se advierte que un “buen líder siempre buscará preocuparse por el bienestar de su equipo, pues su persona y comportamiento están asociados con la práctica de virtudes como la bondad, el espíritu de cuerpo, compañerismo, la preocupación y vocación de servir a los demás.

Tales aspectos, dijo, deben plasmarse en los programas de estudios de nuestros planteles militares, verificando que el discente los practique de forma constante y los desarrolle de acuerdo con el nivel de la unidad que va a comandar, de tal forma que los alumnos de los años iniciales, de los planteles de formación, comiencen con un estilo de liderazgo básico, y con base en la preparación que vaya obteniendo logre potencializar sus cualidades hasta lograr la máxima expresión del liderazgo en sus años terminales.

El mismo concepto deberá regir a los planteles de capacitación y perfeccionamiento, con el fin de que el elemento graduado tenga la capacidad de administrar con visión los recursos humanos y materiales que la nación pone su disposición.

En las ponencias, comentó, pudimos escuchar conceptos que han identificado el comportamiento de diferentes líderes de la historia.

ACCIÓN, NO RETÓRICA

Hay una frase severa de Simón Bolívar con la que se juzga a un comandante o jefe acorde con el comportamiento de un líder, dijo: “Llamarse jefe para no serlo es el colmo de la miseria”.

Comentó que la frase invita a la reflexión y a ser hombre de acción, no solo de discurso y retórica, pensamiento que se refiere a mandar, proponer metas y consumarlas, método inherente de quienes ostentan el mando de cualquier unidad.

CAMBIAR VISIÓN ANTE TURBULENCIAS

En otra conclusión mencionó que “el entorno de las operaciones es volátil, incierto, complejo y ambiguo, lo que complica seguir una dirección para dar una solución a los problemas a que se enfrentan las unidades militares.

Explicó que lo más peligroso en las turbulencias de las operaciones actuales, no es la turbulencia en sí, sino seguir operando sin la visión requerida para atenderla con un enfoque de liderazgo. Esto provocará que un comandante actúe ante lo volátil con mayor control, ante la incertidumbre buscando más análisis, lo que relativiza las operaciones, incluso quedarían paralizadas.

En suma, ante la velocidad en la que ocurren las operaciones se requiere menos control, pero más visión; menos información, pero más entendimiento de toda la operación; menos análisis, pero más claridad; menos dogmas y procedimientos, pero más habilidad.

Lo anterior se logra, aseveró, con la práctica constante del liderazgo.