“Tras 45 años de vivir solo, cuando conocí la Casa Hogar, en septiembre de 2022, me enamoré de ella, pues aquí nos dan todo. Decidí ya no buscarle tres pies al gato”, relató el Teniente Coronel, Ret. Tomás Raúl Sandria Torres, de herencia genética multirracial.

La atención recibida «me dio tranquilidad, alegría. Di un salto de la soledad al compañerismo, pues se platica en el mismo idioma».

El teniente coronel está consciente que vive el último tramo de su vida y que, a pesar de sus achaques, disfruta el último escalón de vida, lo goza.

Los servicios que recibe en la Casa Hogar le resolvió problemas de lavandería, peluquería, pedicure, médico, fisioterapia, salidas a realizar compras, al banco.

Advierte que pagaba más afuera que de la Casa Hogar. Ahora tiene la certeza de si se gasta el dinero, tiene donde comer al día siguiente.

Ingresó al Honorable Colegio Militar a los 17 años porque en el internado que vivía en la ciudad de Orizaba, los visitaban militares que habían vivido ahí, quienes los animaban a seguir la carrera militar.

Carecían de recursos como adolescente, pero en el Colegio Militar les daban todo. Eligió el Arma de Infantería porque siempre andaban a pie y porque se relacionan con todo el mundo.

De lo que aprendió en el HCM, lo que más le sirve ahora es el respeto, la honradez, la disciplina. También el haber aprendido a seguir una línea de hacer todo correcto y bien hecho, le da confianza.

Hace cinco años manejaba; a los 64 tuvo su último hijo.

Cuando se siente triste, acude al lago, observa el atardecer. Proyecta viajar en el Tren Maya y el Corredor Interoceánico en Marzo, en honor a su familia ferrocarrilera paterna.