“Quienes diseñaron la Casa Hogar me leyeron el pensamiento, pues buscaba un lugar con esas características. Desde que ingresé a su página web quedé encantado. Decidí quedarme, pues la construyeron a propósito para mí”, comentó el Capitán 2/o. de Zapadores Ret. Francisco Ríos Hernández.

“Aquí encontré algo más que amigos, compañeros. Encontré una hermandad militar, paz, tranquilidad, un lugar en el que me controlan la diabetes, de 24 años, y de una pierna amputada. Me cuidan, vigilan mi salud”.

Entre los beneficios que recibe de la Casa Hogar mencionó los medicamentos, alimentación, médico general, psicólogo, fisioterapia, podólogos, y actividades manuales.

“Las asistentes son empáticas, se preocupan por nosotros”, advirtió.

No nos impiden nada. Tenemos esparcimiento. Organizamos karaoke, en donde hasta los enfermos se animan a cantar. Incluso, antes de salir nos toman los signos vitales. Podemos irnos un mes, seis meses, pero si no me alcanzó el tiempo que solicité me dan un periodo más.

Tras once meses de vivir en la Casa Hogar ingresó en febrero de 2023, piensa quedarse hasta que Dios quiera. “Casi regalan todos los servicios”.

Reconoció que es tal la atención en la Casa Hogar, que no hay conque pagar la paz, el sentirse bien, aquí se respira libertad. Cada mes nos llevan a Banjercito, de compras dos veces al mes. Nos visitan familiares. Por cierto, dijo que a sus hijos les encantó la Casa Hogar.

El divorcio sufrido por el Capitán 2/o. de Zapadores Ret. Francisco Ríos Hernández, lo llevó a decir que “quedó espantado del matrimonio”, aunque busca compañía.

Finalmente, recomendó alojarse en la Casa Hogar porque es una buena opción de atención para quien se siente solo. “Es el lugar indicado para sanar males”.