El Presidente de México reconoce al General Cárdenas como fuente de inspiración y ejemplo.

Uno de los generales y estadistas más destacados de México, fue sin duda el General Lázaro Cárdenas del Río, revolucionario michoacano y Presidente de México, a quien nuestro país debe la reforma agraria, la nacionalización del petróleo y la creación del Instituto Politécnico Nacional, entre otras grandes aportaciones.

Por su destacada labor como militar y presidente, el pasado 19 de octubre se llevó a cabo la Ceremonia del 50 Aniversario Luctuoso del General Lázaro Cárdenas del Río, frente al Monumento a la Revolución en la Ciudad de México.

El evento, fue presidido por el Licenciado Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México, acompañado por el Licenciado Lázaro Cárdenas Solórzano; y la Doctora, Claudia Sheinbaum Pardo, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, entre otras autoridades.

Como parte de la ceremonia, el Presidente de México, acompañado por lo integrantes del presídium, depositó una ofrenda floral y montó una guardia de honor en el mausoleo de Lázaro Cárdenas del Río.

En esa misma fecha, pero durante la conferencia de prensa matutina de Palacio Nacional, el Primer Mandatario canceló un timbre postal, con motivo del 50 Aniversario Luctuoso del General Lázaro Cárdenas del Río.

Cárdenas como fuente de inspiración

Al hacer uso de la palabra, el Jefe del Ejecutivo, aseguró que la Cuarta Transformación asume a Lázaro Cárdenas del Río como una fuente de inspiración y un ejemplo a seguir, y agregó: “Es una de las figuras históricas más inspiradoras para el gobierno que represento, porque es el presidente que más amor y respeto ha profesado al pueblo.

Fue un mandatario que escuchaba a la ciudadanía, que convivía con los humildes y los desposeídos y que no permitió que el cargo lo separara de la gente común”.

Destacó la humanidad y solidaridad en política exterior del presidente Cárdenas, así como su habilidad para mantener buenas relaciones con Estados Unidos “sin ceder un centímetro de soberanía nacional y sin transigir en la defensa de los intereses de México”.

Se refirió a la nacionalización de los ferrocarriles y de la industria petrolera como hazañas positivas de Cárdenas para la independencia y el desarrollo económico del país.

Afirmó que la obra de gobierno realizada por el General Cárdenas en seis años “dejó una herencia tan sólida y vasta que la camarilla, el grupo neoliberal y oligárquico, no logró destruirla en las cuatro décadas en las que permaneció en el poder. Fue el más importante consumador de la tercera gran transformación en la historia: la Revolución Mexicana”.

Finalmente, indicó que sus principios éticos y políticos están vigentes y son necesarios “para quienes estamos empeñados en llevar a cabo la construcción de un país que no excluya a nadie, una economía que no deje a ninguno en la intemperie, una moral pública a prueba de lucros y ambiciones, una institucionalidad que no oprima y un Estado que tenga por fin último el bienestar de la población. Su memoria es una presencia entrañable e irrenunciable en la nación que estamos construyendo”.