La Fuerza Aérea Mexicana recuerda a quienes dieron su vida en el teatro de operaciones del Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial.

El 16 de noviembre pasado, la Fuerza Aérea mexicana llevó a cabo una ceremonia en la que conmemoró el 73 Aniversario del Retorno a la Patria de los integrantes de la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana y rindió homenaje a quienes ofrendaron su vida en el teatro de operaciones del Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial.

El evento, se llevó a cabo en la Tribuna Monumental, mejor conocida como Monumento al Escuadrón 201, ubicado en el Bosque de Chapultepec, Ciudad de México, lugar donde se recordó que no existe privilegio más excelso que sacrificar la existencia misma en la defensa de su Patria.

El evento, fue presidido por el general de división piloto aviador D.E.M.A., Manuel de Jesús Hernández González, comandante de la Fuerza Aérea Mexicana, quien estuvo acompañado por la señora Rosabel Toledo, representante de la embajada de Filipinas en México; coronel Jeffrey Scott, agregado militar y aéreo a la Embajada de los Estados Unidos en México, el señor Ernesto Martínez Trujillo, Representante de la Asociación Mexicana de Veteranos de la Segunda Guerra Mundial.

Asimismo, asistieron al acto, familiares de los veteranos de la segunda Guerra Mundial, así como integrantes de las Asociación de la Escuela Militar de Aviación, la Asociación Mexicana de Veteranos de la Segunda Guerra Mundial, Agrupación Nacional de Sobrevivientes de la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana, Sociedad Mexicana de Estudios Aeronáuticos Latinoamericanos, y la Fraternidad de Paracaidistas General Plutarco Albarrán López.

Durante el acto, el comandante de la Fuerza aérea dirigió la lista de honor, que recordó a quienes representaron dignamente las alas nacionales y murieron por la Patria en 1945. Fueron el Capitán Pablo Rivas Martínez, teniente José Espinoza Fuentes, teniente Héctor Espinoza Glaván, subteniente Mario López Portillo, subteniente Fausto vega Santander.

Con el propósito de honrar la memoria de estos héroes, una compañía de fusileros, pertenecientes a la Base Aérea Militar No. 1, realizó una salva de honor. Luego la banda de guerra ejecutó el toque militar de Silencio en tanto los integrantes del presídium colocaron una ofrenda floral.

Ejemplo de honor y patriotismo
Al hacer uso de la palabra, el comandante de la Fuerza Aérea Mexicana, aseguró que “en los tiempos de paz es momento para meditar en los sucesos ocurridos en el pasado y reconocer la grandeza de nuestros próceres, quienes con el ejemplo de su vida, marcan la senda que debemos seguir para honrar a la Patria y transmitir los valores civiles y militares a las nuevas generaciones”.

Recordó que hace más de siete décadas, durante la Segunda Guerra Mundial y en el que fuera conocido como teatro de operaciones del Pacífico, las naciones aliadas combatieron como una sola fuerza en nombre de causas justas, y añadió: “En ese acontecer, recordamos con fervor patrio y sentimiento de nostalgia, el regreso de ese selecto grupo de valientes soldados mexicanos que dieron exacto cumplimiento a la arenga pronunciada por el general Francisco L. Urquizo, antes de partir a la zona de hostilidades que a la letra dice: Que esta bandera que hoy se les encomienda, vuelva con ustedes, desgarrada quizás por las balas del enemigo, pero colmada de gloria”.

Señaló que no debemos olvidar que mientras la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana estuvo en servicio, cinco de nuestros pilotos ofrendaron su vida en defensa de México en el lejano oriente.

Reconoció la entrega de este selecto grupo de héroes: “El día de hoy, a 73 años del retorno victorioso del a Fuerza Aérea expedicionaria Mexicana, Escuadrón 201, reconocemos el importante servicio a la Patria, que sus elementos prestaron y cuya trascendencia histórica, merece nuestra gratitud y admiración.

Son precisamente las acciones de nuestros compatriotas y el sacrificio mostrado en batalla, las que han llenado de gloria a nuestra Nación, pero también deja un legado de voluntad férrea y de abnegación para las generaciones actuales y venideras”.

Finalmente señaló el compromiso que debemos tener como mexicanos: “Con este noble estímulo, es responsabilidad de nosotros transmitir a los jóvenes los ideales que nos heredaron nuestros próceres nacionales, con el objeto de continuar construyendo una Nación mas justa y con proyección para un mejor futuro”.

Reloj con edición conmemorativa al Escuadrón 201

Luego de la ceremonia, ejecutivos de la compañía de relojes Frederique Constant, hicieron entrega de relojes de edición limitada del Escuadrón 201, a los sobrevivientes de la Asociación Mexicana de Veteranos de la Segunda Guerra Mundial.

Cada reloj otorgado a los veteranos fue grabado por la compañía con el nombre personalizado de cada uno de los sobrevivientes de la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana.

Participación de la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana en la Segunda Guerra Mundial

Tras el hundimiento de los buques mexicanos Potrero del Llano y Faja de Oro, por parte de submarinos alemanes, México declaró oficialmente el estado de Guerra contra Alemania y Japón el 22 de mayo de 1942.

Tomando como fundamento la legítima defensa del territorio nacional, el Poder Legislativo y el Ejecutivo, acordaron la creación del Escuadrón Aéreo 201 para hacer frente al enemigo y defender el honor de la Patria en el Lejano Oriente.

Conscientes de la elevada misión que les habían encomendado, los 295 compatriotas que integraron la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana fueron entrenados por los aliados del vecino país del norte.

El contingente nacional se embarcó hacia Filipinas, arribando el 1 de mayo de 1945 izando nuestro Lábaro Patrio en la provincia de Pórac.

Después de haber realizado 2842 horas de vuelo en misiones de combate, paulatinamente el poder militar del enemigo fue disminuyendo y con ello, se logró la liberación de las principales poblaciones que eran ocupadas hasta finalizar la guerra, con la rendición de las potencias del Eje.

Restaurado el honor de la Patria, las virtudes militares del personal que integró el Escuadrón 201, fueron reconocidas y elogiadas por los aliados, como ejemplo absoluto de disciplina y entrega.

Satisfechas todas las obligaciones, nuestros compatriotas se embarcaron rumbo a casa, el 23 de octubre de 1945, para finalmente llegar a la capital del país el 18 de noviembre del mismo año, siendo recibidos por el presidente de la República en una emotiva ceremonia, en el primer cuadro de la ciudad, bajo un ambiente de júvilo por el regreso triunfal de nuestras águilas mexicanas

Posteriormente, el 21 de noviembre, en una solemne ceremonia, el Gobierno de la República otorgó a todos los integrantes de la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana, la Condecoración de Servicio en el Lejano Oriente, así como un diploma acreditativo, en reconocimiento a su labor de la paz mundial.