Las Fuerzas Armadas del aire surcan el cielo mexicano para celebrar a los héroes que nos dieron patria y libertad.

Con el rugido de las turbinas de los potentes F-5E Tiger surcando el cielo del zócalo capitalino, inició la parada aérea, espectáculo que tuvo la participación de la Fuerza Aérea Mexicana y la Aviación Naval Mexicana con motivo del 208 Aniversario del Inicio de la Independencia de nuestro país.

Desde muy temprano, la tripulación de las aeronaves, tanto de ala rotativa como de ala fija, se preparaban bajo las instrucciones de su comandante, en la Basa Aérea Militar No. 1 de Santa Lucía, Estado de México, de donde partieron, definiendo rutas, posiciones, altura de vuelo y patrones de espera, todo con el propósito de no tener accidentes en el trayecto y brindarle a los mexicanos un espectáculo digno de ellos.

Las aeronaves de ala fija cruzaron el Valle de México a 8 mil 300 pies de altura, es decir 2 mil 500 metros; en tanto las aeronaves de ala rotativa a 7 mil 800 pies de altura, o sea 2 mil 300 metros.

Fueron 162 aeronaves las que participaron en la parada aérea del pasado 16 de Septiembre, entre ellas: Las aeronaves capaces de romper la barrera del sonido con sus potentes turbinas, los F-5E Tiger; Aeronaves de carga como los Hércules, Spartan, Casa; los aviones utilizados en misiones de reconocimiento y control como los Texan y Pilatus; y aviones de pasajeros Boeing 737, que el año pasado se integraron a la flota de la Fuerza Aérea Mexicana, todos cruzando el zócalo capitalino por intervalos de dos minutos en coordinación con los helicópteros MI-17 y Black Hawk.

A partir 2007, año en que se reincorporó la parada aérea a los festejos patrios, las nuevas generaciones se han acostumbrado a contar con sus Fuerzas Armadas del aire, la Fuerza Aérea Mexicana y la Aviación Naval Mexicana, a quienes saludaban a su paso.

Pero estas modernas águilas aztecas se han ganado el reconocimiento de la ciudadanía, ya que su actuación en casos de desastres naturales ha sido fundamental en la aplicación del Plan DN-III-E y Plan Marina, realizando actividades de evacuación y búsqueda y rescate por medio de helicópteros; puentes aéreos con aeronaves de pasajeros; traslado de víveres con aeronaves de carga; así como extinción de incendios con lo llamados helibaldes; labor que este 16 de septiembre la sociedad mexicana les reconoció volteando al cielo y saludando a estos magníficos pilotos, formados con valor, honor y lealtad.

La parada aérea 2018 concluyó con la pasada de una escuadrilla de aviones Texan que dejaron a su paso una estela de humo tricolor, al tiempo que un helicóptero Black Hawk cruzó de norte a sur con la Bandera de México, lo que encendió el nacionalismo de los espectadores que batían sus manos agradeciendo por tan significativo espectáculo.