Entrevista con José Daniel Ruiz Flores, Agencia Naviera Tomás Ruiz

El Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) es un “puente terrestre” que detonará el desarrollo del Golfo de México, considerado éste el Mar Mediterráneo, el cual incluye a 10 estados de México y Estados Unidos. Por él se transportarán mercancías de Asia a Estados Unidos, advirtió José Daniel Ruiz Flores, de la Agencia Naviera Tomás Ruiz, con 114 años en esta industria marítima.

Consideró que el CIIT es la oportunidad de impulsar el desarrollo económico del Sureste, mediante cuatro industrias productivas, que denominó vocaciones productivas de la región del Golfo de México: transbordos interoceánicos; industria petroquímica; comercialización de productos agrícolas; y cultural: producción de artesanías.

La estrategia se basa en que el Corredor Interoceánico tiene la ventaja de transportar mercancías por el Istmo de Tehuantepec, ya que está más cerca del mercado estadounidense, que el Canal de Panamá.

Dijo así que el CIIT es un “puente terrestre” que reduce la distancia y tiempo entre océanos. Con 310 kilómetros reduce el tiempo de los transbordos interocéanicos entre Salina Cruz y Coatzacoalcos, así como ahorro en distancias navegables que, monetizado, representa 620 mil dólares por cada viaje redondo. Incluso transportará cargas provenientes de puertos en Asia Pacífico con destino a los puertos de la Costa Este de Estados Unidos.

VOCACIÓN PRODUCTIVA DEL SURESTE

La industria petroquímica de la región es otra vocación a dinamizar en el Mar Mediterráneo, integrada por 22 industrias petroquímicas.

La estrategia sería invitar a empresas de Estados Unidos o China a consumir los productos terminados de la industria mexicana, lo que incrementaría el volumen de producción de las petroquímicas, acotó.

La vocación del sureste tiene que ver con el clima de los estados de Veracruz, Tabasco, Chiapas y Oaxaca inmersos en el trópico-húmedo, que poseen agua dulce, tierras fértiles asoleadas todo el año, que producen café, mango, plátano, cacao, piña, cítricos.

Los productores agrícolas de los cuatro estados pueden unirse con el fin de comercializar sus productos en Europa, Estados Unidos y otros continentes y países. “En la región existe una riqueza a la que debe sacársele jugo”, precisó.

El agente naviero se refirió a la cultura zapoteca como otro filón productivo. Si a cada artesanía se le agrega valor, puede convertirse en una mejora sustancial de los ingresos de los zapotecas.

“El Corredor Interocéanico del Istmo de Tehuantepec, es la oportunidad para impulsar el desarrollo económico del Sureste, mediante cuatro industrias productivas, que denominó vocaciones productivas de la región del Golfo de México: transbordos interocéanicos; industria petroquímica; comercialización de productos agrícolas; y cultural: producción de artesanías”.

EVITAR PROBLEMAS

El agente naviero comentó que el CIIT evitará problemas con las comunidades, como las ocurridas en otras industrias, si les aporta regalías.

El ferrocarril del CIIT va cobrar regalías por su uso. Si extiende este sistema a la población por donde pase la vía del tren, es una manera práctica que evitaría conflictos. “Dar regalías a la población sensibiliza a la gente en la aceptación de los proyectos”.

En su argumentación, el agente naviero sostuvo que con el CIIT quienes obtendrán ganancias son el agente naviero, el agente aduanal, pero no generará riqueza como en la industria petroquímica o la venta de productos agrícolas.

Comentó que el Golfo de México es un mar mediterráneo, y que corresponde a la federación negociar con los gobiernos de Estados Unidos con el fin de hacer algo similar al Mar Mediterráneo. Esto porque el Golfo de México está rodeado de estados ricos, con economía poderosa. México tiene industria.

El Corredor Interocéanico nace en 1907 a iniciativa de Porfirio Díaz, época en que el ferrocarril transportaba carga de Lousiana a Hawai, en EU.

En suma, el CIIT es un detonador de la economía del sureste, mediante el ferrocarril. ¡Es tiempo del sureste!