Nuevo caso de éxito con la Terapia de Regeneración Celular a Base de Inductores

Ella es una mujer que toda su vida la dedicó a prepararse profesionalmente y a trabajar ocupando cargos estratégicos en el Instituto Panamericano de Geografía e Historia (IPGH), organismo científico y especializado de la Organización de los Estados Americanos (OEA) donde laboró toda su vida con gran éxito, aportando todo su esfuerzo, capacidad y capital intelectual al cumplimiento de los objetivos de la institución, hasta que de manera desafortunada fueron apareciendo diversas enfermedades que la obligaron a abandonar su empleo. Ella es la Señora Julieta García Castelo, quien nos compartió como es que poco a poco vio minadas sus capacidades y vivió con dolor por muchos años, hasta que conoció de la Terapia de Regeneración Celular a Base de Inductores, creada por el Coronel Médico Cirujano Gerardo Martín González López.

LA ENFERMEDAD COMO FACTOR INCAPACITANTE

La Señora Julieta García nació en la Ciudad de México, donde siempre vivió y se preparó profesionalmente, ya que es Licenciada en Contaduría y Maestra en Edición, lo que le dio las herramientas profesionales para trabajar en ese organismo especializado: “Trabajé por más de 40 años en el IPGH, prácticamente fue mi único trabajo en mi vida, y aunque es una institución de gran relevancia en todo el continente americano, decidí retirarme en 2023 por motivos de salud, aunque me siento muy orgullosa y muy privilegiada de haber pertenecido al este organismo compuesto por 21 países de América”.

A pesar de ser una profesionista exitosa, al aparecer diversas enfermedades, sus capacidades físicas vieron disminuidas de manera drástica, así lo relata: “Desde el año 2000 comencé a tener problemas de salud cuando me diagnosticaron artritis reumatoide, que en un principio me traté con métodos naturales y que tiempo después me di cuanta que sólo era un paliativo que me hacía sentir mejor, pero la enfermedad seguía avanzando e incapacitándome, porque eran unos dolores de articulaciones terribles, a veces de brazo o pierna, al grado que para llevar a mi hija a la escuela ella me tenía que ayudar a meter la palanca de velocidades porque yo no podía por el dolor tan extremo que sentía, ahí es donde me di cuenta que la enfermedad me estaba incapacitando.

Debido a eso, supe que los métodos naturales no me estaban funcionando y decidí tratarme con medicina alópata, porque además tuve un problema con la matriz, por lo que me practicaron una histerectomía. Además, aparecieron otras enfermedades que el médico naturista nunca me diagnosticó, sin embargo, los efectos secundarios de la medicina alópata me incapacitaban por semanas, porque me daban dosis grandes de prednisona y metotrexato, que al paso del tiempo fueron complicando más mi salud, hasta que en 2016 tuve una diverticulitis que fue muy complicada y me generó una peritonitis que me colocó muy grave en el hospital, donde me diagnosticaron que además tengo una hernia cervical. Todo ello sin posibilidad de algún tratamiento que me pudiera ofrecer una solución a tanto dolor que padecía, porque el medicamento que me daban hacía estragos en mi organismo de tan fuerte que era, al grado que siempre andaba somnolienta y sin poder desempeñar mis funciones en el trabajo”.

LA TERAPIA DE REGENERACIÓN CELULAR COMO NUEVA OPORTUNIDAD DE VIDA

Luego de sufrir intensos dolores, la Señora Julieta García se enteró que había una alternativa para tratar su condición como paciente de múltiples enfermedades, esa era la Terapia de Regeneración Celular a Base de Inductores, lo que le daría una nueva oportunidad para seguir con su vida y disfrutarla: “Conocí al Coronel Médico Cirujano Gerardo Martín González López en el año 2022, cuando se integró a la comunidad panamericana como Socio Cooperador del IPGH. A mi ya me había comentado un compañero de trabajo de su tratamiento, me había dicho que el Doctor tenía una terapia muy novedosa, que incluso se le llama la medicina del Siglo XXII, y que a mí me podía dar muy buenos resultados, aunque en ese entonces yo dudaba que algo más me pudiera curar, sin embargo cuando se realizó la ceremonia para nombrarlo Socio Cooperador del organismo, escuché durante la lectura de su currículum vitae de todos sus logros y trayectoria, me di cuenta que tenía frente a mi una oportunidad real de sanar”.

A pesar de las dudas, la Señora Julieta García decidió meses después ponerse en las manos del Coronel Gerardo González: “A principios del año 2023 yo ya no podía caminar, era un dolor terrible en la cadera y piernas y aunque seguía con medicamento no era suficiente, por lo que no podía levantarme de la cama ni ir al trabajo.

Ya con ese grado de dolor e incapacidad, puse todas mis esperanzas en el Coronel y me mandó a hacer estudios que dio como resultado un diagnóstico muy certero por parte del Doctor, porque me dijo realmente todo lo que yo estaba sintiendo y el 21 de enero de ese mismo año me apliqué la primera dosis de la Terapia y conforme pasaron las semanas me fui sintiendo mejor”.

Aseguró que antes de la Terapia yo no tenía fuerza para agacharse ni caminar, y agregó: “ahora ya puedo tener una vida normal, moverme, subir, bajar, en fin, ahora puedo hacer todo lo que hacía, antes de la enfermedad como una persona sana; ahora, de acuerdo a los resultados de los estudios que me hice, se me ha regenerado hueso, eso es lo que indica la densitometría más reciente, y eso es una prueba científica de lo que provoca la Terapia de Regeneración Celular a Base de Inductores del Coronel Gerardo González”.

Señaló que más allá de lo que señalaban los estudios, comenzó a sentir grandes cambios en su salud, “ahora ya no tomo medicamento para el dolor, mis articulaciones están desinflamadas, ya puedo caminar distancias grandes sin que me canse o me duelan mis piernas, la hernia cervical ya no me duele, y lo mejor es que ya puedo cargar a mi nieta, lo que se me hace grandioso y un verdadero milagro de la ciencia, producto de este tratamiento que el Coronel Gerardo González desarrolló por medio de años de investigaciones, por eso me siento muy bendecida, agradecida y muy honrada de estar en tratamiento con el Doctor”.

UN MÉDICO MILITAR ORGULLOSAMENTE MEXICANO

Para concluir, la Señora Julieta expresó la satisfacción de que el Doctor Gerardo sea militar y además mexicano: “Para mi es una alegría y un orgullo enorme saber que el Coronel sea un militar mexicano, que con su trabajo el prestigio del Instituto Armado es mayor, y con los resultados de su tratamiento está salvando vidas y poniendo el nombre de México en alto. Yo soy muy nacionalista y que orgullo que un mexicano esté desarrollando esta Terapia, y además otra cosa, que sea un mexicano con tan gran corazón, porque yo he visto a niños de familias de escasos recursos que van y que sin costo alguno el Doctor les aplica la terapia, niños con cáncer, quemados, y con autismo, con buenos resultados que cada vez se ven mejor, por eso me llena de orgullo que sea un médico militar mexicano y que esta siendo conocido y reconocido en todo el mundo y que además sea tan gentil y generoso”.

Finalmente envió un mensaje a aquellas personas que pudieran tener dudas acerca de la eficacia del tratamiento: “Yo les diría que no lo piensen, que no esperen como yo, que van a estar en las mejores manos, aun cuando les hayan dicho que ya no hay nada que hacer con su enfermedad, como era mi caso, ahora sé que si hay solución, sí hay una esperanza de vida mejor, que en mi caso es mucho mejor que hace 20 años, de verdad sí se puede vivir sin dolor”.