Por: General de Brigada M.C. Olga Lidia Juárez Patiño, Subdirectora Técnica D.G.SND.

Hablar de historia es hablar del testimonio de lo que una vez fuimos. Es hablar del por qué somos lo que somos y vislumbrar hacia donde nos llevará el destino.

México posee su propia historia en Aviación, en la que se incluye a la Medicina Aeroespacial, la cual ha sido dinámica y progresiva: ha crecido a la par de la aeronáutica. Cuenta con relevantes hechos nacionales.

Transcurría el año de 1842, cuando Benito León Acosta, oriundo del estado de Guanajuato y estudiante de la Escuela de Minería, logró fabricar y elevar un globo de aire caliente, con el cual realizó un viaje desde Guanajuato hasta San Luis Potosí.

Esa hazaña llamó la atención del entonces Presidente de México, el General Antonio López de Santa Anna, quien le concedió la patente por un plazo de tres años, en el que era el único autorizado en surcar el espacio aéreo nacional, sin pensar que su hazaña y la patente lo consolidaría como pionero en transporte aéreo nacional. La ciencia médica generó un sinfín de preguntas al respecto, que con el tiempo y la necesidad, gestarían lo que hoy conocemos como Medicina Aeroespacial.

MEDICINA AEROESPACIAL EN LA AVIACIÓN

A diferencia de los que pensaríamos, la aviación llegó a México con fines diferentes a los militares, ya que en un principio se consideró únicamente como espectáculo.

Fue el 9 de diciembre de 1909, cuando desde Francia llegó a nuestro país el primer aeroplano, propiedad de Alberto Braniff, considerado el primer aeronauta mexicano y en Hispanoamérica.

Después de conseguir armarlo y hacer algunos ajustes al carburador, el 8 de enero de 1910 realizó el primer vuelo motorizado, tripulado y controlado en México y América Latina, causando revuelo y estimulando la iniciativa gubernamental del país, de las vastas posibilidades que la aeronáutica traería en beneficio de la Nación.

El General Porfirio Díaz, durante su mandato, se esforzó por impulsar la aviación en nuestro país con fines militares. Sin embargo, el estallido de la Revolución Mexicana no le permitió lograr sus objetivos.

Posteriormente, Francisco I. Madero se inmortalizó al destacarse por realizar el primer vuelo presidencial en la historia del país, e intentó fortalecer a esta disciplina dentro de las Fuerzas Armadas, sin éxito en su cometido, pues el desarrollo de la aviación se detuvo tras la Decena Trágica.

MEDICINA AEROESPACIAL

La Historia de la Medicina Aeroespacial en nuestro país, está ligada al nacimiento y desarrollo de la aviación nacional. Debido a que la especialidad se concentra en la selección del personal aeronáutico y la conservación del potencial humano a través del mantenimiento de la salud del personal técnico aeronáutico, así como obtener la seguridad de las operaciones aéreas militares, mediante la aplicación de los principios que esta rama de la medicina establece para el estudio, prevención y tratamiento de las alteraciones en la salud, del personal que se encuentra expuesto al ambiente aeroespacial.

PROLIFERA EL ESTUDIO MÉDICO DE AVIADORES

Vale la pena destacar que en los años 30, la tesis del doctor Salvador Ortiz Valencia, Estudio Médico de los Aviadores, dirigida por el ilustre médico y fisiólogo, Coronel Médico Cirujano Fernando Ocaranza Carmona (Extinto), rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, la cual daría sentido científico a interrogantes médicas respecto a las necesidades especiales de los aviadores, pero sobre todo, generaría nuevas interrogantes al respecto, incentivando el estudio, investigación y curiosidad científica de esta rama médica, promoviendo las acciones preventivas en seguridad laboral.

En el ámbito militar es importante mencionar en este breviario histórico, que desde que fue creada el Arma de Aeronáutica de la Secretaría de Guerra y Marina, hoy Defensa Nacional, la que en 1944 se elevó en estructura y organización, denominándose desde entonces Fuerza Aérea Mexicana, se creó uno de los mayores precedentes en la historia de la aviación Militar, con lo que se otearía la necesidad de un servicio de Medicina Aeroespacial enfocado a las actividades militares en Aeronáutica, en la selección, mantenimiento de la salud y proyección en sincronía con el imparable ritmo de la tecnología aeroespacial.

ESPECIALIZACIÓN EN EL EXTRANJERO

El Mayor Médico Cirujano Raúl Terrés Prieto (Extinto), egresado de la Escuela Médico Militar, ya había cursado en Estados Unidos la especialidad en Medicina de Aviación en la Base Aérea de Randolph Field, en San Antonio, Texas.

En 1936 se le designó Jefe de los Servicios Sanitarios delDepartamento de Aeronáutica de la entonces Secretaría de Guerra y Marina. Cuatro años después regresó a un curso de postgrado en Randolph Field. En 1941 trabajó en el laboratorio médico de aviación de la Clínica Mayo, en Rochester, Minnesota. En 1944 fue designado Profesor de la cátedra de Medicina de Aviación en la Escuela Médico Militar, por su amplia experiencia y dominio en materia de Medicina Aeroespacial. Compartió su amplio conocimiento a los cadetes de este plantel.

Ese mismo año se estableció la organización y funcionamiento de la Jefatura de la Fuerza Aérea Mexicana, de conformidad con la Ley Orgánica del Ejército y Fuerza

Aérea Mexicana, en la que se incluyó al Servicio de Sanidad de la Fuerza Aérea, cuyo primer antecedente de operación fue la materialización del puesto de socorros de la Escuela Militar de Aviación, lo que en lo sucesivo se denominó Puesto de Socorro del Departamento de Aviación y sus Dependencias”.

Al mismo tiempo, el mundo se vio abrumado por la Segunda Guerra Mundial, en la que México participó como integrante de la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana (FAEM), en donde el Mayor M.C. Ricardo Blanco Cancino Extinto), realizó numerosos estudios como examinador aeromédico, fungió como Jefe del servicio médico del honorable Escuadrón Aéreo 201.

La capacitación del Mayor Blanco Cancino incluyó la de “Flight Surgeon” en la Base Aérea de Randolph Field, Texas, la de Examinador Aeromédico en Pocatello Idaho, lo cual le permitió hacer un respetable trabajo en beneficio de nuestros compañeros que valientemente se desempeñaron en el conflicto bélico.

SURGE LA MEDICINA AEROESPACIAL EN MÉXICO

En 1952, al término de su internado rotatorio en el Hospital Central Militar, el Mayor M.C. Luis Ángel Amezcua González, es considerado fundador de la Medicina Aeroespacial en México, fue asignado al Escuadrón Aéreo 201. Este entusiasta médico empezó a impartir conferencias relacionadas con los aspectos médicos del vuelo al personal médico de la Secretaría de la Defensa Nacional.

En 1957 acudió a un seminario de Medicina de Aviación en la Universidad del Estado de Ohio, en Columbus, Estados Unidos, en donde fue adiestrado de manera intensiva en los principios fundamentales de la medicina de aviación, normas y procedimientos de la certificación aeromédica.

Gracias a sus gestiones, el doctor Amezcua González fue fundador del Centro Nacional de Medicina de Aviación (CENMA), de la Asociación Mexicana de Medicina de Aviación (ASMMA) y de sus organismos colegiados.

En 1964 el doctor Ramiro Iglesias Leal, egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y especialista en Cardiología, realizó el Curso Básico de Medicina de Aviación en la Escuela de Medicina Aeroespacial de Brooks, Texas.

Realizó también el curso avanzado y fue invitado a participar en la misión de la NASA Apollo 8, llevando a cabo el primer registro de un electrocardiograma en el espacio del astronauta William Anders, el 24 de diciembre de 1968.

Debido a la necesidad de México de contar con más personal especializado en Medicina Aeroespacial, en el CENMA, con el auspicio académico de la División de Estudios de Postgrado de la Facultad de Medicina de la UNAM, con el apoyo del Centro Internacional de Adiestramiento de Aviación Civil, se impartió en 1966 el Curso Básico de Medicina de Aviación.

REVISTA DE ENTRADA DE LA MEDICINA DE AVIACIÓN

A través de los años, en la Fuerza Aérea Mexicana, la Medicina Aeroespacial ha tenido varios cambios de designación, entre ellos, el 16 de julio de 1982 con la Revista de Entrada de la Dirección de Medicina de Aviación, dependiente de la Fuerza Aérea Mexicana, estando orgánicamente en su máximo exponente.

Hubo directivos que destacaron por su admirable trayectoria, como el General de División M.C. Ret. Víctor Manuel Rico Jaime, quien realizó la Maestría en Ciencias en la Universidad de Wright State, Ohio. Fundó la Especialidad y Residencia en Medicina Aeroespacial en la Escuela Militar de Graduados de Sanidad, dependiente de la Universidad del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, estableciendo el Curso Primario de Medicina Aeroespacial, convirtiéndose en promotor de la Medicina Aeroespacial en nuestro país.

Por su labor educativa en el Ejército Mexicano obtuvo la condecoración al Mérito Docente otorgada por la Secreta julio, Agosto 2023 armas 135 ría de la Defensa Nacional, por su destacado papel en este campo durante más de 30 años.

A nivel internacional recibió el premio John A. Tamisiea 2003, en la ceremonia de honor durante la 74ª Reunión Científica de la Asociación de Medicina Aeroespacial de los Estados Unidos de América, el 8 de mayo 2003, en San Antonio, Texas. Este premio le fue otorgado por sus eminentes contribuciones en la aplicación de la ciencia y el arte de la Medicina Aeroespacial y la aviación general en México.

El Teniente Coronel M.C. Ret. Roberto Rodríguez De La Cruz (Extinto), realizó la especialidad de Medicina Aeroespacial en la Escuela de Medicina Aeroespacial de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, en Brooks, Texas, resaltando la importancia de una adecuada selección psicofísica de los aspirantes a la Escuela Militar de Aviación.

Con el Capitán 2/o. Psicólogo Ret. Armando Rodríguez López a quien se le considera referente nacional en Psicología Aeronáutica. Ambos establecieron el actual modelo de selección, incorporando la evaluación psicológica, como parte fundamental del proceso. Su destacada labor ha redundado en beneficio de la Fuerza Aérea Mexicana, siendo galardonado con el Premio Centinela de la Salud Ocupacional.

EDUCACIÓN EN MEDICINA AEROESPACIAL

En los últimos años se han destacado la Asociación Nacional de Medicina de Aviación y del Espacio y el Consejo y Colegio Mexicanos de Medicina Aeroespacial, entre otros, en el impulso del desarrollo de la educación en Medicina Aero espacial, con el objeto de incrementar la calidad de l os procedimientos establecidos en esta materia y evitar la presencia de riesgos laborales en el ambiente aeronáutico.

Cabe resaltar que desde 2004 han egresado de la Escuela Militar de Graduados de Sanidad de la Sedena, 23 Médicos Especialistas en Medicina Aeroespacial (14 de laSedena, tres de la Secretaría de Marina y cuatro militares extranjeros y dos civiles).

Los egresados están facultados para ejercer la profesión en nuestro país, con una cédula profesional de la salud, así como militares y civiles capacitados mediante cursos, certificaciones y diplomados en este campo del conocimiento, los cuales han impulsado intensivamente a esta rama de la medicina, con ideas frescas e innovadoras.

La reciente puesta en marcha de aeronaves militares en funciones exprofesas de ambulancia aérea, en apoyo al Sistema Nacional de Salud, con personal del Servicio de Sanidad debidamente capacitado y adiestrado en materia de medicina aeroespacial, así como los procedimientos sistemáticos de operación para el funcionamiento y regulación de las mismas, la actualización del examen psicofísico prevuelo, la elaboración de la propuesta para la creación de un Centro Militar de Medicina Aeroespacial en Santa Lucía, México. También la importante proyección y crecimiento nacional e internacional.

Lo anterior hace patente el esfuerzo de quienes con orgullo, dedicación y trabajo continuamos con la noble labor de aquellas personas que dedicaron su vida a la medicina aeroespacial. Nos entregamos con fe y entrega, confiados en que las nuevas generaciones seguirán escribiendo la historia de tan importante rama de la medicina, con celo y esmero, en beneficio de los integrantes de esta honorable Institución y de todo el pueblo de México.