75 Aniversario luctuoso de un héroe de la Segunda Guerra Mundial.

Por: Salvador Hernández García

Cronista de la Ciudad de Tuxpan, Veracruz.

El día  ocho de Marzo del año de 1944, siento Presidente de la República el General Manuel Ávila Camacho, designó a la Fuerza Aérea de México, para que en caso de ser necesario, representara a nuestra Nación en nombre de las Fuerzas Armadas del País, evento que contó con la presencia de altos Jefes civiles y militares de varias Naciones.

Tiempo atrás el 1 de Junio de 1942, el Presidente de la República General Manuel Ávila Camacho, había dirigido un mensaje a la Nación, manifestando que el día 22 del mes de Mayo antecedente, México se encontraba en pié de Guerra, como consecuencia del agravio sufrido por el hundimiento del barco petrolero “Potrero del Llano”, y tras de haber enviado una enérgica protesta a sus perpetradores por su punible acción, que fueron las llamadas potencias del Eje: Alemania-Japón-Italia, y éstas como respuesta torpedearon y hundieron otro barco Mexicano, el “Faja de Oro”. Huelga decir que la indignación fue general. Por ese tiempo nuestro joven paisano, Fausto Vega Santander, era solamente un cadete de aviación cuando lo escuchó.

Llegado el día 7 de Enero de 1944, a esas alturas Fausto Vega Santander ya se había titulado como Subteniente Piloto Aviador, y por sus sobresalientes calificaciones y grandes facultades para el vuelo, había sido designado como instructor de vuelos en la Escuela Militar de Aviación.

Involucrado en tal situación nuestro País, fue por ello que se integró la “Fuerza Aérea expedicionaria Mexicana”, con un primer Escuadrón de pelea, el 201, y debe de subrayarse que el grupo de voluntarios de servicios especiales que requería el escuadrón orgánicamente operativo, exigió que se seleccionarán 87 pilotos, los que fueron sometidos a rigurosos exámenes para que al final de cuentas quedaran únicamente los 36 necesarios, siendo Fausto Vega Santander uno de ellos, así como el más joven.

Acto seguido, la unidad partió a su entrenamiento a los Estados Unidos de Norteamérica, previa despedida que les brindó el Presidente de la República, quien les manifestó, que en caso de que tuvieran que participar en un frente de guerra, la unidad sería abanderada.

El Escuadrón en su entrenamiento batió todos los records, incluyendo los porcentajes de eliminados y muertos en accidentes, a tal grado que en la posterior ceremonia de abanderamiento celebrada el 22 de Febrero de 1945, estuvieron representantes del Congreso de Texas, el Comandante en Jefe de entrenamiento de la Fuerza Aérea de Estados Unidos y un representante del general W. Arnold, Comandante de la Fuerza Aérea, en cuyo nombre se obsequió un banderín.

Después de ello el 27 de Marzo de ese mismo año, la Unidad salió del Puerto de San Francisco, California, y desembarcó el 1 de Mayo en la Bahía de Manila, Capital de la República de Filipinas, y durante el resto del mes, la Unidad fue sometida a un intenso entrenamiento en el área de combate con líderes experimentados en la zona.

El día 30 de Mayo fue llamado el ahora Coronel, Piloto Aviador Carlos Garduño Nuñez, por el 5/o. Comando del Grupo 58 para encomendarle una misión de categoría especial que trataba de atacar un reducto cuya ubicación se encontraba a 158 millas al Noreste de la Base, a la orilla del mar, rodeado de montañas con altura de 4 mil 500 pies sobre el nivel del mar.

Dado que a todos los ataques que se habían librado por mar sobre ese reducto habían fracasado, se requería de un bombardeo en picada, y Carlos Garduño había tomado ese entrenamiento. De inmediato solicitó, antes de aceptarlo, efectuar algunas pruebas dadas las características del Thunderbolt-T-47, que en algunos aspectos demostraron ser críticas al término de las pruebas, pero no obstante se aceptó la misión, y de inmediato Garduño escogió a Fausto como su ala, y al Capitán Piloto Aviador Miguel Moreno Ramos como ala de líder.

El día 1 de Junio despegaron de su base los 4 P-47, los cuales ascendieron a 12 mil pies, y al llegar al objetivo, el líder Garduño inició un bombardeo en picada con cinco segundos de separación cada uno del resto de la escuadrilla, siendo visibles los impactos de las bombas lanzadas por el líder Garduño y las de Fausto, cuyo avión al recobrar la maniobra de picada, realizó los deslizamientos a izquierda y derecha como estaba indicado.

Existe constancia oficial de que Fausto recobró la maniobra de picada e inició el ascenso en forma completamente normal, pues Fausto era un piloto de grandes facultades, pero de pronto el resto de sus compañeros de escuadrón observaron un destello, una luz en el lado derecho del fuselaje de su nave, a la altura de su cabina, cuya causa no se ha podido precisar, pero lo que siguió fue que de inmediato el avión de Fausto viró a la derecha unos 90 grados y descendió en un ángulo muy pronunciado y en unos cuantos segundos se impactó en la superficie del mar, abriendo un hondo círculo que rápidamente se cerró, explotando el avión en miles de pedazos, y entre otros objetos, fue posible observar flotando el chaleco salvavidas de Fausto, lo que hizo comprender que no había sobrevivido.

Tocó a los compañeros de Escuadrilla dar parte de lo ocurrido una vez llegados a la base, y esa noticia provocó un gran choque emocional y una profunda tristeza entre sus compañeros, que lamentaron la pérdida de el “Cachito”, como cariñosamente le llamaban.

Al término de la guerra, el nombre de Fausto y el de sus compañeros que murieron en campaña, quedaron grabados en un modesto monumento que como testigo mudo, hoy se encuentra en la Plaza México, en la Ciudad de Manila, Capital de las Filipinas.

Vida y obra

El Subteniente Piloto Aviador, Fausto Vega Santander, nació en la Ciudad de Tuxpan, Veracruz, el 29 de Diciembre del año de 1923, fue hijo de Don Albino Vega y formaba parte de una familia que integró a sus otros ocho hermanos: Concepción, Alejandro, Esteban, Saturnino, Carmen, Alberto, Eliamor y Julio César.

Fausto inició sus estudios Primarios en la Escuela Enrique C. Rébsamen, continuándolos en la Secundaria y Preparatoria  “Manuel C. Tello” de la Ciudad de Tuxpan, Veracruz.

Más tarde ingresó a la Facultad de Medicina de la UNAM., en la que solo cursó el primer año, para pasar a ingresar a la Escuela Militar de Aviación de la Ciudad de Monterrey, y fue becado por el Gobierno de la República para continuar estudiando en los E.E.U.U, en las Escuelas de Waco, Corsicana, Victoria, y Eagle Pass, Texas, graduándose como piloto aviador el 7 de Enero de 1944, en éste lugar.

Posteriormente fue instructor de vuelo en Guadalajara, de donde partió el 25 de Julio de 1944 a los EE.UU. para entrenarse en Grenville, Pocatello y Brownswville, Texas para después, el dos de Mayo de 1945, partir desde San Francisco, California hacia la República de Filipinas, formando parte de las “Fuerzas Expedicionarias Mexicanas del pacífico del Sur”, que participaron en la segunda guerra mundial.

En combate sostenido contra el enemigo en pleno Océano Pacífico, los proyectiles alcanzaron su P-47, habiendo sido derribado el 1º. de Junio de 1945. Murió en el cumplimiento de su deber, en misión de bombardeo, aproximadamente a milla y media de la Isla “Capones”, frente a la costa occidente de Luzón, Filipinas.

Post Mortem se le concedió la medalla “Servicio en el Lejano Oriente”, como integrante del Escuadrón 201. Por otra parte, a Fausto Vega Santander que apenas a los 21 años de edad entregó su vida al mundo, como un justo homenaje a su memoria en la tierra que lo vio nacer, se le erigió un busto que fue develado el 19 de Marzo de 1967, por el General de Brigada, Piloto Aviador Alberto Salinas Carranza, quien fuera pionero de la Aviación Militar de México.

El nombre de este héroe Tuxpeño, el Subteniente Piloto Aviador, Fausto Vega Santander, integrante del Escuadrón 201, ha sido perpetuado en diversos lugares de la República Mexicana, en calles y monumentos públicos, entre ellos el de su natal Tuxpan, Veracruz, donde cada año se le rinde homenaje a este héroe de la Segunda Guerra Mundial.