Activos Caninos, Fortaleza del Plan DN-III-E

Recorrido por el Área de Adiestramiento de Activos Caninos, del Centro de Adiestramiento de Policía Militar.

El sismo de 1985 en México marcó un antes y un después en las necesidades de herramientas para la atención de emergencias; afortunadamente países hermanos acudieron al llamado y entre ellos asistieron caninos especializados en las tareas de búsqueda de personas; así fue como el Ejército Mexicano decidió agregar a sus filas los propios activos caninos para fortalecer al Plan DN-III-E, de auxilio a la población civil en casos de emergencias.

El Teniente Coronel de Policía Militar, César Augusto Hernández Robledo, Subdirector del Centro de Adiestramiento de Policía Militar, explicó en exclusiva para la Revista Militar Armas, que desde aquella fecha tan importante en la historia de México, el Ejército Mexicano se dio a la tarea de buscar a las especies caninas aptas para ser adiestradas en tareas para la atención de emergencias.

Explicó que es en el Área de Adiestramiento de Activos Caninos del Centro de Adiestramiento de Policía Militar, donde acude el personal en activo de cualquier parte de la República interesado en adquirir y capacitar un activo canino; una vez aprobada su solicitud el interesado acude a estas instalaciones ubicadas en el Campo Militar No. 1-A de la Ciudad de México, para comenzar su adiestramiento.

El inicio del adiestramiento canino

De acuerdo a sus capacidades naturales los activos caninos son entrenados en alguna de estas cinco especialidades: Búsqueda y Rescate, Búsqueda y Rastreo, Búsqueda y Detección de Enervantes, Búsqueda y Detección de Armamento y Municiones; y especialidad de Guardia y Custodia.

Como primer paso, los activos caninos y su manejador son capacitados por un entrenador en el Área de Obediencia Básica, donde el Activo Canino aprende a obedecer las ordenes de: sentado, caminado, quieto, caminado-junto y llamado.

Para que el activo canino asimile estas órdenes, no es necesario que el manejador le muestre físicamente las acciones, si no que éste debe mostrarse como una figura “alfa” para el activo canino, con su actitud, protección, seguridad y tono de voz; al mostrarse como una figura de autoridad el activo canino obedecerá las ordenes; en caso contrario, hará caso omiso, por lo que tendría que ser asignado a otro manejador.

Una vez asimilada la obediencia básica, los activos caninos son entrenados en la Pista de Adiestramiento de Agilidad Canina, durante una hora al día.  Esta se trata de una pista de obstáculos donde los perros corren de inicio a fin, saltando, escalando y hasta sumergiéndose en obstáculos, con el fin de obtener una buena condición física que le permita soportar el trabajo al que sea asignado en el futuro.

Activos caninos de Guardia y Protección

En esta ocasión el equipo periodístico de la Revista Militar Armas fue testigo del entrenamiento de los activos caninos de la especialidad de Guardia y Protección; en la cual son asignados los perros con carácter defensivo y de fisionomía más fuerte.

En el Área de Guardia y protección, primeramente, se enseña a los activos caninos a morder “texturas suaves” y los diferentes puntos de mordida, con el objetivo de que éste aprenda en que partes del cuerpo es correcto morder a un objetivo.

Con su manejador a un lado, el activo canino es agitado por medio de un látigo, sin que éste lo golpee, y hasta que su manejador le ordene lanzarse contra el atacante, le es permitido ir tras él; de esta forma el activo canino comprende poco a poco, que solo debe atacar hasta recibir una orden.

Cuando el activo canino se lanza al supuesto agresor vestido con un traje dummy, éste ataca cinco áreas blandas de su cuerpo, en la parte delantera: piernas, brazos y abdomen y en la parte posterior: omoplatos, brazos y piernas.

Para que el activo canino no se acostumbre a morder únicamente a agresores con traje, éste se sustituye poco a poco con prótesis de cuero, que se colocan en brazos y piernas dentro de la ropa; de esta forma el activo canino reconoce los puntos del cuerpo que tiene permitido morder y al mismo tiempo se acostumbra a hacerlo en una persona sin protección.

Activos caninos de Búsqueda y Rescate

Otra especialidad que logramos ver en esta visita fue la de “Búsqueda y Recate”, entrenamiento realizado en el área colapsada, la cual está ambientada con algunas toneladas de escombros y vehículos que simulan un área de desastre natural.

Para que el activo canino aprenda a encontrar personas atrapadas, su manejador se esconde fuera de su vista mientras el entrenador lo sujeta; posteriormente, éste es soltado y por su instinto natural correrá a buscar a su manejador haciendo uso de su capacidad olfativa.

Posteriormente el manejador premia al activo canino con un alimento o un juguete, por lo que éste aprende que al encontrar un objetivo recibirá un premio. Más tarde se modifica el juego, ahora el manejador instruye al activo canino a buscar a desconocidos, por medio de juguetes impregnados con pseudo aromas.

Entonces el activo canino recorre los escombros en busca de algún olor vivo o putrefacto. Cuando el perro encuentra un olor lo señala de forma pasiva o activa, esto significa que se recostará o ladrará en el lugar hasta que alguna persona acuda al lugar indicado, para corroborar la presencia humana.

En el área de adiestramiento de activos caninos del Centro de Adiestramiento de Policía Militar, se entrena a un promedio de 550 activos caninos cada año, provenientes del Criadero Militar de Santa Gertrudis. Cada uno es asignado a un manejador específico y entrenado en una especialidad de acuerdo a sus capacidades naturales, las cuales son identificadas al momento de su entrenamiento.

Su capacitación tiene una duración de cuatro meses, en los cuales su bienestar físico es monitoreado en todo momento por un especialista veterinario. Al terminar su adiestramiento, el activo canino y su manejador se convierten en un “Binomio Canófilo” listo para emprender las misiones asignadas por el Ejército Mexicano en cumplimiento del Plan DN-III-E.

Actualmente se utilizan tres razas de perros para realizar las actividades de búsqueda y rescate: Rottweiler, Pastor Alemán y Pastor Belga Malinois, éste último es el más utilizado en el Ejército Mexicano, debido a su temperamento amigable y obediente, además de su estructura física delgada, ya que cuando el Manejador acude a una zona de desastre debe cargar con el equipo técnico y su activo canino, por lo que su complexión esbelta facilita su transporte.

Los 250 mil millones de células olfativas que poseen los perros, son la cualidad física que les permiten realizar la tarea de búsqueda y recate con mayor efectividad, en comparación a las mil millones de células olfativas que posee un ser humano. Además de cuerdo a la velocidad y orientación del viento, un perro entrenado puede detectar la fuente de un aroma a una distancia de hasta 100 kilómetros.

Cuando el Ejército Mexicano decidió comenzar la capacitación de activos caninos, se obtuvieron ejemplares de Bélgica, Francia e Italia, los cuales posteriormente fueron seleccionados para su reproducción en México, específicamente para convertirse en activos caninos dedicados a las tareas de búsqueda y rescate. Y desde entonces las razas que han servido en el activo, han sido el Pastor Belga Malinois, Rottweiler, Pastor Alemán, Doberman y Labrador.

Ve el recorrido AQUÍ