El robot con el que Médicos Militares salvan vidas todos los días.

Desde el año 2014, el Hospital Central Militar y en específico los médicos militares, cuentan con un aliado para salvar vidas, el robot Da Vinci, cuyo diseño multiextremidades le permiten llegar a las zonas afectadas del paciente con una mínima invasión, mayor precisión y con un tiempo de recuperación reducido, lo que permite que el paciente se reintegre a su vida productiva más rápido y con menores cuidados post operatorios.

Para conocer esta maravilla tecnológica aliada de los profesionales de la salud, luego de ser testigos de una intervención con el robot Da Vinci, conversamos en una entrevista exclusiva para la Revista Militar Armas con uno de los pocos médicos en México capacitados para su manejo, el teniente coronel médico cirujano José Campos Salcedo, jefe de la Sección de Urología del Hospital Central Militar, quien compartió las bondades de la cirugía robótica con la que cuentan los médicos de hoy para salvar vidas.

 

Da Vinci, la mejor opción para el cáncer de próstata

El Hospital Central Militar, es el hospital mejor equipado de Latinoamérica en el manejo de cáncer de próstata, debido a que cuenta con tecnología de vanguardia, lo que tiene gran importancia, ya que desafortunadamente en nuestro país el cáncer de próstata es un problema de salud pública, pues es el cáncer numero uno dentro de la población masculina en México.

 

Ante este problema de salud, la Secretaría de la Defensa Nacional ha hecho un gran esfuerzo al realizar campañas de prevención y diagnóstico oportuno del cáncer de próstata, ya que desgraciadamente al ser detectado en etapas avanzadas poco se puede hacer por restablecer la salud del paciente.

 

Lo mejor es que puedan ser detectados los pacientes en etapas tempranas de cáncer con próstata, lo que se logra a través de los estudios correspondientes, en específico el tacto rectal, ya que otro tipo de estudios solo son complementarios.

 

Para atender este padecimiento, el Hospital Central Militar cuenta con el robot Da Vinci que tiene la característica de reproducir el movimiento de las manos del médico cirujano. Cuenta con un cerebro, donde está cargado el sistema; un robot con diversos brazos y una consola donde el médico a través de un sistema de cámaras 3D y un control va manipulando los movimientos del robot, es decir, el robot no suple al cirujano porque no opera solo, solo replica dentro del paciente, con herramientas muy precisas y pequeñas, lo que el cirujano hace con sus manos en la consola.

 

Da Vinci tiene dos características, una es que lo que el médico ve en la consola es lo que sucede dentro del paciente, pero ampliado diez veces; la otra característica es que corrige el temblor normal de las manos del médico, lo que permite que se realicen operaciones muy complejas, pero con mucha precisión y sin tantas lesiones para el paciente.

 

Lo anterior permite que un paciente se recupere en menor tiempo, tenga menos complicaciones, se pueda ir a casa en 24 o 48 horas, tenga menos sangrado, ocupe menos medicamento y en general presente una evolución más favorable. Por eso decir que la cirugía robótica es cara es un error de percepción, ya que los cuidados y la recuperación son más favorables con esta tecnología, lo que a la larga resulta menos costoso.

 

Por otro lado, el uso del robot para este tipo de operaciones, permite que el paciente después de la operación tenga menos riesgo de incontinencia urinaria y que pueda recuperar con mayor facilidad su capacidad sexual, independientemente del beneficio que presenta la operación per se, de curarse de cáncer.

 

Datos relevantes de Da Vinci

Da Vinci, es el nombre que puso la compañía que fabricó al robot. Su nombre es en honor al polímata florentino Leonardo Da Vinci, aunque se sabe que hoy en día siguen desarrollando tecnología del campo médico que tendrá el nombre de otros genios.

 

El uso del robot no garantiza el éxito de todos los casos, en realidad es un binomio robot-equipo médico, ya que el primero es operado por un equipo de especialistas. Un solo médico no tiene la capacidad de realizar una cirugía con esta tecnología, requiere un equipo de médicos bien capacitados y entrenados, quienes son dirigidos por el operador de la consola, que es el líder del equipo médico.

 

Otros casos en los que se usa es en el tratamiento de ganglios linfáticos con tumores y tumores renales, en este último caso, después de la intervención el paciente conserva sus riñones, lo que evita casos de insuficiencia renal. Otro caso es el cáncer de útero, pacientes con problemas en tórax o en el corazón, tumores de la boca o de la faringe, cáncer de páncreas y cáncer de hígado, por eso Da Vinci es un robot muy versátil.

 

Verdaderos especialistas

En el Hospital Central Militar la capacitación es importante, ya que el cirujano que aspira a manejar el robot Da Vinci tiene que ser un cirujano que cuente con un número de casos previos por medio de laparoscopía; este toma un curso que toma varios meses donde se les enseñan cosas básicas del manejo del robot, como está compuesto y como se utiliza la consola.

 

Este especialista debe completar varias horas en simulación y práctica, así como asistencia en cirugías reales, para dar paso a una certificación, que consiste en un examen muy riguroso que dura dos días, tanto en el aspecto teórico como práctico en el que debe tener una calificación mínima de 90 sobre 100.

 

Una vez que el resultado es aprobatorio, se le extiende al cirujano un certificado que respalda que está capacitado en cirugía robótica. El Hospital Central Militar cuenta entre sus filas con 13 médicos especializados y certificados en esta rama de la ciencia médica.

 

Prevenir es lo mejor

En el Hospital Central Militar, en promedio se operan entre 120 y 150 pacientes con cáncer de próstata localizado en una etapa temprana, lo que representa una cantidad importante, tomando en cuenta que son pacientes que se operan y se curan, estos en un rango de los 55 a los 65 años, aunque ha habido pacientes de 42 y 45 años, por lo que se recomienda una revisión a tiempo.

 

Lo que se recomienda es que si el paciente no tiene antecedentes familiares con cáncer de próstata se revise a los 45 años, debido a que este padecimiento no presenta síntomas; pero en el caso de tener antecedentes familiares con esta enfermedad, se sugiere que se revisen a los 40 años.

 

En general se recomienda que los pacientes acudan una vez al año al urólogo para hacerse una exploración que consiste en primer lugar en un tacto rectal, este es indispensable, y en conjunto con una prueba de laboratorio llamada antígeno prostático específico y un ultrasonido, con todo ello se podrá tener un diagnóstico más preciso.

 

Conclusiones

El personal que pertenece al Instituto Armado, así como sus derechohabientes no paga un solo peso al ser atendido por medio de cirugía robótica, porque el servicio de salud está contemplado en sus prestaciones como militares, quienes son atendidos por igual, sin importar el grado o cargo que ocupen dentro de la Dependencia, ya que los médicos solo ven frente a ellos a pacientes que requieren atención, no la jerarquía.

 

El robot Da Vinci tiene cerca de mil cirugías desde su llegada, por eso hay planes para la adquisición de un nuevo, ya que de los doce robots que hay en nuestro país, tanto en instituciones públicas como privadas, es el que ha tenido el mayor número de cirugías, lo que convierte al Hospital Central Militar en el lugar con más experiencia en cirugía robótica a nivel nacional.

 

La recomendación para este tipo de casos, es que el personal masculino acuda con un urólogo a su revisión periódica, ya que un cáncer de próstata avanzado, así como otros tipos de cáncer, resulta incurable aun con la mejor tecnología.