La Secretaría de la Defensa Nacional celebra al personal que cuida de la salud de los militares y sus derechohabientes.

Uno de las múltiples tareas que tiene una enfermera es proporcionar cuidados hospitalarios así como aliviar el dolor de quienes padecen alguna enfermedad,  lo que hace de su profesión una de las más nobles que pueda desempeñar una persona, ya que se requiere un de espíritu noble y solidario para cumplir con eficiencia esta labor.

Por la nobleza de su profesión, la Secretaría de la Defensa Nacional celebró el pasado 6 de enero, el Día de la Enfermera en las recién inauguradas instalaciones de la Escuela Militar de Enfermería, plantel educativo que por casi 80 años ha formado enfermeras militares de excelencia.

El evento que fue encabezado por el general Salvador Cienfuegos Zepeda, secretario de la Defensa Nacional, quien estuvo acompañado por el general José Luis Ojeda Delgado, director general de Sanidad, miembros de la Plana Mayor de la propia Dependencia, así como ex directoras de la Escuela Militar de Enfermeras.

Objetivo de una noble profesión

Fue la Coronel enfermera Maricela Macedo Flores, directora de la Escuela Mlitar de Enfermería, quien dirigió un mensaje por tan relevante acto, en el que recordó que a través de la historia, la mujer fue destinada para atender y cuidar de los enfermos, ancianos y niños, dando inicio con la profesión de enfermería.

Recordó a una mujer extraordinaria que dio inicio a la enfermería a nivel mundial y a las mujeres que fueron pioneras de esta profesión en México: “Reconocemos como pionera y fundadora de esta noble profesión a Florence Nightingale, nacida en Florencia, Italia, quien fuera enfermera y escritora, llamada dama de la lámpara y quien reformó el sistema sanitario, cuyo objetivo era la atención y cuidado, llevando un poco de luz, amor y esperanza a los enfermos.

Con el paso del tiempo aparecen otras mujeres importantes en la historia de la enfermería, siendo en nuestro país las soldaderas, luchadoras incansables en las campañas militares del siglo XX, quienes asistían en el cuidado de heridos y enfermos, ejemplo de ello fue la enfermera de primera Refugio Esteves Reyes, floreciendo así la enfermería militar en México”.

Recordó también el origen de la celebración del Día de la enfermera: “Hace 87 años el doctor José Castro Villagrana, entonces director del Hospital Juárez de México estableció  el día 6 de enero como el Día de la Enfermera a fin de  reconocer el esfuerzo, trabajo y compromiso que tenemos las enfermeras y enfermeros con la salud.

Profesión cuyo objetivo principal es preservar la vida a través de personal preparado con altos estándares  de calidad educativa, provista de un legado de valores heredados por generaciones, fomentados a través del conocimiento, humanismo, liderazgo y responsabilidad, caracterizados por la empatía y delicadeza en el cuidado de las personas; con determinación y  carácter firme en la toma de decisiones en los ámbitos: hospitalario, académico, administrativo, castrense y de investigación; manteniéndose actualizado constantemente en beneficio del Instituto Armado, sus derechohabientes y del pueblo de México”.

Agradeció al secretario de la Defensa Nacional por la importancia y el impulso que ha dado a esa noble profesión, y agregó: “Prueba de ello, la apertura del escalafón de las enfermeras al grado de coronel, autorizada por usted, rompió el paradigma de que sólo las mujeres podían ser enfermeras permitiendo el ingreso de personal masculino a esta institución educativa, con un efectivo actual de 29 discentes y por si fuera esto poco, también es un orgullo mencionar la destacada participación de enfermeras militares en operaciones de paz a nivel internacional.

Mi general secretario, en el área de la salud los retos son constantes, motivo por el cual el personal de enfermería estamos comprometidos a velar por el bienestar de los integrantes del Ejército y Fuerza Aérea mexicanos; así como de sus familiares, buscando siempre ofrecer calidad en el servicio, respeto por nuestros pacientes y vocación por nuestra profesión”.

Se dirigió a las exdirectoras y al exdirector de la escuela militar de enfermeras, para agradecer el trabajo y aportaciones que en su momento hicieron cada uno de ellos para enaltecer esta noble profesión, formando así parte de la historia de tan prestigioso plantel.

Finalmente se dirigió a sus compañeras y cadetes en formación para exhortarlos a cumplir con su misión: “No olviden las enseñanzas de nuestras antecesoras, nunca se rindan ante la adversidad, ni abandonen sus aspiraciones y metas, no pierdan de vista sus objetivos; recuerden, hay que trabajar y fomentar la vocación de servicio a favor de los pacientes, razón de ser de la enfermería, les invito a estar prestos para proporcionar una atención integral con calidad y  calidez a los enfermos, sin olvidar que todos somos mente, cuerpo, alma, espíritu y corazón, aplicando en todo momento el conocimiento, humanismo y disciplina”.