Héroe de la Revolución Mexicana

102 Aniversario Luctuoso del General Felipe Ángeles.

El General Felipe Ángeles, nació en Zacualtipán, Hidalgo el 13 de junio de 1869 y fue fusilado el 26 de noviembre de 1919 en Chihuahua, Chihuahua. Héroe nacional, siempre al servicio de la patria, luchó por pacificar y unificar las fuerzas revolucionarias, mostrando siempre su lealtad por México.

Ingresó al Colegio Militar a la edad de 14 años mostrando amplia disciplina militar; en poco tiempo alcanzó el grado de cabo y para sus 18 años ya era sargento, tuvo una de las más notables trayectorias militares, sin dejar de lado la vocación por el conocimiento científico.

Fue en el ámbito de la artillería donde verdaderamente mostró un desempeño sobresaliente posicionándose como uno de los más ágiles artilleros de todo el país.

Prestó sus servicios como profesor en el Colegio Militar y en la Escuela Militar de Aspirantes, por lo que fue comisionado para estudiar en la Escuela de Aplicación de Fontainebleau, en Francia. Al inicio de la presidencia de Francisco I. Madero, este lo nombró director del Colegio Militar y poco tiempo después le otorgó el grado de General Brigadier.

Su labor radicó en la pacificación y el progreso nacional. Durante los hechos de la Decena trágica, el General Felipe Ángeles, fue detenido; sin embargo, dado su renombre como destacado militar, no fue fusilado.

En marzo de 1914 durante el movimiento constitucionalista, Felipe Ángeles se unió a las filas de la División del Norte, donde se encargó de la artillería y se convirtió en asesor político-militar de Francisco Villa, para regresar el orden constitucional ante la presidencia de Victoriano Huerta.

Tras el triunfo del constitucionalismo en 1916, el General Felipe Ángeles se exilió en Estados Unidos de América, regresando al territorio nacional en 1918, para continuar combatiendo junto a Villa durante el periodo de la lucha de facciones, en contra de Carranza.

Finalmente, el General Felipe Ángeles, después de ser traicionado es capturado y condenado a la pena de muerte por el delito de rebelión. La sentencia fue ejecutada a las seis con treinta de la mañana del día 26 de noviembre de 1919. En su sepelio, fue acompañado por más de cinco mil personas que mostraron su respeto hacia el General Felipe Ángeles, quien siempre fue leal al Presidente Madero, a Francisco Villa y a la Revolución Mexicana.