Entrevista con cadetes del Heroico Colegio Militar

Al pasar el tiempo, los cadetes que ingresamos al Heroico Colegio Militar nos damos cuenta de que la disciplina contribuye al beneficio personal, el cual se ve reflejado en la salud física y mental, ventajas que nos aporta capacidad de servir a la nación y alcanzar nuestros objetivos particulares. Cadete Hendric Manuel Méndez Corrales.

Las celebraciones del Bicentenario del Heroico Colegio Militar revelaron que la disciplina es la virtud más importante de la formación castrense, pues a través de ella los cadetes aprenden otros valores como la lealtad y el espíritu de cuerpo, sin los cuales, capítulos de la historia como la Batalla del Castillo de Chapultepec, la Marcha de la Lealtad o la Última Carga al Sable de Caballería, no hubieran sido posibles.

Una cosa es leer las hazañas en los libros de historia, y otra muy diferente, dejar la vida cotidiana para convertirse en cadete, ya que el aspirante dejará atrás el calor del hogar, a la madre devota que lo vigila cuando enferma o al padre que proporciona un refugio seguro, a pesar de la situación. Es entonces cuando el joven aspirante se pregunta: ¿Qué inspira a los cadetes a entregarse de manera total a la Patria?

“Particularmente me gusta la historia, me doy cuenta que las personas que han pasado por el Colegio Militar han influido de manera importante en la historia de nuestro país. De algún modo, esto me motiva a enfrentarme a los diversos retos que vivimos en la academia. Pues la vida militar es un poco difícil, pero lo importante es mantener en la mente, el propósito que nos fijamos desde el inicio”, explicó el cadete Hendric Manuel Méndez Corrales.

SALIR DE LA ZONA DE CONFORT, LA SOLUCIÓN

En definitiva, dar el paso de la vida civil a la militar, es complejo porque el nivel de disciplina en la institución implica
seguir horarios estrictos, desde que el cadete se despierta, hasta que se va a dormir. “Para mí si fue un choque importante, pero los cambios se deben afrontar con fuerza. Los jóvenes debemos concientizarnos de que no hay ninguna recompensa sin sacrificio, salirse de la zona confort es la única forma para crecer.

En el Colegio Militar los cadetes deben adaptarse a reglas estrictas. “Con el tiempo los cadetes nos damos cuenta que esa disciplina contribuye al beneficio personal, el cual se ve reflejado en la salud física y mental, ventajas que nos aportan capacidad de servir a la nación, y alcanzar nuestros objetivos particulares”, aseguró Méndez Corrales.

CUANDO TE MEJORAS A TÍ MISMO, TODO CAMBIA

Con la adopción de rutinas se crea el tiempo necesario para cumplir metas, ya sea en la adopción de una dieta saludable y pulcritud en la persona, lo que se refleja el prestigio del Colegio. Por ello, a donde quiera que vayan los cadetes se distinguen por su gallardía.

“Antes de ingresar al Heroico plantel estudié la carrera de Derecho por tres años. La verdad es que mi vida era muy diferente, tenía bigote, pelo largo, llevaba una vida indisciplinada, incluso tenía sobrepeso. Pero al ingresar al plantel cambió mi vida mediante pequeñas acciones como tender la cama, levantarme temprano, hacer ejercicio todos los días, prácticas que me enseñaron a estructurar mis actividades. A largo plazo dan muy buenos resultados.

Por ejemplo, el comer a determinadas horas ha mejorado mi digestión y mi salud; el deporte me ha ayudado a mejorar mi condición física; además mejoró la percepción que tenía de mí mismo, mi propia imagen y autoestima. Me descubrí como una persona que tiende a superarse de manera continua y a preguntarme cómo asumir los retos que me impongo.

“Puedo decir que es la mejor decisión que he tomado, pues hoy me siento más que satisfecho con la persona que soy”, relató el cadete Javier Enrique Valencia Avendaño.

ANTIGÜEDAD QUE AVANZA UNIDA

El Cadete André Hernández Zúñiga explicó que cuando el cadete cruza la puerta del Heroico Colegio Militar adquiere una nueva familia, ya que sus compañeros de arma y antigüedad lo respaldarán durante su carrera militar.

“A donde quiera que vayamos, si necesitamos algo, no faltará un compañero del Ejército Mexicano que ofrezca la ayuda que necesitas. Lo mismo pasa en el adiestramiento, en las carreras. Cuando un compañero se queda atrás, los otros cadetes lo animan a no darse por vencido.

En la academia, si por más que lo intentes no entiendes, puedes acercarte con tus compañeros quienes ayudarán a resolver tu problema. Ese es el Espíritu de cuerpo en el Colegio Militar, ayudar al compañero y avanzar juntos, porque somos una unidad”.

Tal sentido de empatía a las necesidades de terceros se impregna de manera profunda en los cadetes que saludan con respeto a cada persona que cruza su camino.

“Cuando salimos de las instalaciones, los hábitos que adquirimos se notan en cómo nos paramos, cómo tratamos a las personas: siempre con respeto, con modales y servicio. Si nos subimos a un camión, ayudamos a la persona de edad o a las mujeres embarazadas, lo que no hacemos por obligación, si no por hábito. En las aulas aprendemos a ser respetuosos con las personas, lo que se refleja en la vida cotidiana,” aseguró el Cadete André Hernández.

LA CARRERA MILITAR PERMITE AYUDAR A OTROS

En lo referente al comportamiento pulcro, la cadete Yael Españolea añadió: “como cadetes no podemos mostrar un mal aspecto a nadie, porque estamos aquí para adquirir disciplina, control y estar preparados para lo que venga”.

Ingresar al Colegio Militar es una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida, “porque no sólo ayuda a crecer en la carrera militar también a mejorarte a ti mismo. Te aporta las herramientas para ayudar a las personas fuera del Ejército a crecer y a superarse. Lo digo porque además de militares, trabajamos con personal civil, y en el Plan DN-III-E ayudamos a la población.

Durante las celebraciones del Bicentenario, los cadetes aprendimos a valorar la historia del Heroico Colegio Militar. Conocimos a fondo las hazañas de valor y sacrificio que han realizado los cadetes a lo largo de 200 años. Cadetes de nuestra edad, incluso más pequeños, se convirtieron en ejemplo claro de lo grande que puede ser el amor a la sociedad y a nuestra bandera”.

CADETES FEMENINOS, NUEVOS MANDOS

En un ambiente donde predominaban los hombres, la cadete Ana Fernanda Pérez Vargas aseguró que el Heroico Colegio Militar ha abierto sus puertas a la mujer de manera respetuosa e incluyente.

“Las fuerzas armadas han aceptado muy bien a las mujeres, muestra de ello es la existencia de mujeres en las armas de infantería, caballería, blindada y zapadores. Nos dan las mismas oportunidades para que hombres y mujeres nos desarrollemos en el ámbito profesional.

Hay algo que se llama la Promoción de Ascensos, que es un tipo de competencia entre cadetes para subir de nivel, aunque no se obtiene una jerarquía, es una distinción que nos da cierto nivel. Con esta competencia nos preparamos para lo que enfrentaremos fuera del Colegio, nos acostumbramos a estudiar y a esforzarnos por alcanzar la mayor escala jerárquica posible, competencia que incluye por igual a las mujeres”.

A días de haber culminado los festejos del Bicentenario del Heroico Colegio Militar, la cadete Pérez Vargas invitó a los jóvenes interesados en tomar el camino de las armas, a ingresar al Heroico Colegio Militar:

“Me gustaría invitar a los jóvenes a participar en los exámenes de ingreso y que conozcan lo hermoso que es pertenecer al Heroico Colegio Militar, a una institución del Sistema Educativo Militar, que representa una buena oportunidad para ofrecer un mejor futuro a nuestro país, a sus ciudadanos, a su familia y a ellos mismos”.

“Me gustaría invitar a los jóvenes a participar en los exámenes de ingreso y que conozcan lo hermoso que es pertenecer al Heroico Colegio Militar, a una institución del Sistema Educativo Militar, que representa una buena oportunidad para ofrecer un mejor futuro a nuestro país, a sus ciudadanos, a su familia y a ellos mismos”. Cadete Ana Fernanda Pérez Vargas.