76 Años del Retorno a la Patria

Llegada de la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana a la Republica Mexicana.

Por: Alberto González, Secretario de la Asociación Mexicana de Vetarnos de la Segunda Guerra Mundial.

Al concluir la Segunda Guerra Mundial y después de una travesía de 23 días en el barco SEA MARLIN que transportó a los integrantes del la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana desde Manila al puerto de San Pedro, California, por fin el 13 de noviembre pisaban el continente Americano.

Una vez en suelo Norteamericano y después del gran recibimiento por un numeroso grupo de autoridades civiles y militares, así como familiares y público en general, el contingente de la Fuerza Aérea Expedicionaria Mexicana, abordó un tren compuesto de nueve carros pulman, un carro cocina y dos cajas con destino a Laredo, Texas.

Durante su marcha y al paso de ciudades como San Antonio, Texas, se observaron innumerables muestras de afecto de sus habitantes, en su mayoría mexicanos.

Así la mañana del día 16 llegaron a Laredo, Texas, bajaron del tren y desfilaron por sus calles, al llegar a la línea internacional los esperaba el Secretario de la Defensa Nacional, General de División Francisco L. Urquizo, al tiempo que se entonaban ambos himnos.

Después de una breve, emotiva y numerosa ceremonia abordaban nuevamente el tren para continuar su marcha, viaje en el que disfrutaron de cerveza, mole, frijoles y tortillas, después de varias horas de marcha el tren se detuvo al llegar a Monterrey; el personal bajo y desfilo hacia el Campo Militar, fue tal la participación y entusiasmo de la gente que la ceremonia tuvo que ser suspendida. De esta forma, embarcaron nuevamente para proseguir su marcha hacia la Ciudad de México.

La escolta estaba conformada por el entonces Teniente Piloto Aviador Miguel Moreno Arreola, Sargento 1/o. Mecánico Leoncio López Iriarte, Sargento 2/o. Mecánico Pedro Martínez Pérez, y Sargento 1/o. Armero José Luis Rubio Del Riego.

El ambiente era festivo, por fin estaban en suelo Mexicano. A su paso por distintas poblaciones la gente se desbordaba para felicitarlos.