Discurso pronunciado por Valeria Cancino Ayón, estudiante de la licenciatura en Inteligencia Estratégica de la Universidad Anáhuac.

Durante las largas jornadas que un militar cubre para cumplir con su deber, sea mujer o sea hombre, es un hecho que el primer sacrificio que tiene que realizar es ausentarse de su hogar, ese lugar donde se encuentran los que más quiere: su familia, personas que añoran su presencia y valoran el sacrificio que hace por servir a su Nación y le reconocen de diversas formas cuando regresa.

Tal es el caso de Valeria Cancino Ayón, estudiante de la licenciatura en Inteligencia Estratégica de la Universidad Anáhuac, quien pronunció un discurso en las instalaciones de su plantel en el que deja de manifiesto la gran admiración y reconocimiento hacia un militar de carrera, su señor padre, sin embargo, al hacer un análisis del texto, es evidente que esa opinión también se ajusta a las madres militares que como el padre de Valeria pasan días, semanas y en ocasiones hasta meses sin ver a su familia, porque el cumplimiento del deber, como lo manifiesta el Reglamento General de Deberes Militares: “exige, no pocas veces, penosos sacrificios”.

Sea pues este interesante texto, escrito por esta joven estudiante, un homenaje a las madres y padres militares, quienes gracias al temple que da la fragua candente de la vida militar, saben cumplir con celo y en exceso con su deber, por eso son: Héroes de piel verde, a continuación, el texto íntegro:

¿Qué hay detrás de los héroes de piel verde?

Buenas tardes, mi nombre es Valeria Cancino Ayón, tengo 24 años y estudio la licenciatura en Inteligencia Estratégica. El día de hoy les leeré un discurso de mi autoría titulado ¿qué hay detrás de los héroes de piel verde?

Para ellos, aquellos que su poder más grande es su valentía, su honor y su lealtad.

Antes de empezar quiero hacerte una pregunta, ¿Cuándo fue la última vez que le dijiste adiós a tu papá sin saber cuándo lo volverías a ver? ¿Cuándo fue la última vez que le dijiste que lo quieres y lo importante que es para ti?  ¿Cuánto tiempo has pasado sin saber de él? Si siempre sabes cómo está y cuándo lo vas a ver, me alegro por ti. Porque yo como hija de militar he tenido que pasar noches sin dormir, días sin descansar, preocupada por si el día de mañana lo volveré a abrazar. 

Para ser sincera, es muy difícil para mi hablar de este tema, ya que en este momento no tengo a mi padre conmigo, y desgraciadamente no sé cuándo lo volveré a ver.

Ser militar significa que pones lo ajeno por encima de lo propio. Cuando eres militar la palabra egoísmo no existe en tu vocabulario. Valoras más el bien común que el personal, pones en primer lugar la vida de las personas que ni siquiera conoces, personas que probablemente te critican día a día. Significa dejar a tu familia atrás sin saber si vas a volver a verlos, todo por el honor de la Patria.

Hay militares que mueren en combate y pierden sus vidas intentando salvar la de desconocidos, son militares que nunca han obtenido el reconocimiento que se merecen, pero ellos no lo necesitan, porque repito, el egoísmo no está en su vocabulario. Son aquellos que superan fracasos con nuevos desafíos, aquellos que entierran derrotas y siembran esperanza. 

Podría venir a mencionarles todo lo maravilloso que son y lo que significan para mí, pero me pasaría más de 300 horas contándoles cómo es la vida cuando estás dentro del medio, ya que nací en una familia repleta de ellos, los militares. 

Como hija de militar aprendes a ser fuerte desde el primer día de tu vida. Es como si nacieras con una armadura lista para enfrentar al mundo. El papá militar se perderá momentos muy especiales; como cumpleaños, graduaciones, navidades, años nuevos, etc., pero nunca dejará de pensar en ti en cada momento. Te enseñará grandes cosas y te dará excelentes consejos; por ejemplo: que no hay que aferrarse a las cosas, porque todo es efímero; que mientras estén juntos serán felices; que el tiempo que pasa no regresa, por eso hay que aprovecharlo.

Que la vida hay que vivirla sin complejos ni tristezas, que no hay que vivir en el ayer sino en el presente, ya que no podemos predecir el futuro, pero sí podemos ayudar a mejorarlo. A ser fieles a nuestros sueños y que nos esforcemos por cumplirlos.

Que el «no puedo» no existe, simplemente porque somos hijos de un militar: Improvisa, adapta y supera. Te la tendrás que ingeniar para cumplir la misión, esto siempre me exige mi padre. Te dará además un millón de consejos simplemente porque más sabe el diablo por viejo, que por diablo.

También si eres hijo de un militar, verás el color verde como algo muy familiar, ya que casi toda tu vida la regirá ese color, por lo que dejará de ser uno de los que menos uses, o el que más, como es mi caso. Te sentirás parte de sus triunfos y anhelos. Aprenderás que no se siente “Superman”, porque simplemente es eso y más, la diferencia es que él sí es real. Te darás cuenta que no conoce límites y nada puede detenerlo, hará lo que creías imposible, por ti y por su familia. Aprenderás de la lealtad como el valor fundamental de una persona, y tu vida se guiará por ese camino.

Sabrás que en cualquier problema siempre estará ahí para ayudarte y que con solo decirte “hija no te preocupes, estoy contigo”, te sentirás con la fuerza necesaria para resolverlo.

Te sentirás tan orgullosa de él, tanto que las lágrimas se te saldrán solo de recordar todo lo que ha hecho por ti y por los demás.

Vendrán momentos en que tendrán que estar alejados por la naturaleza de su vocación, sin duda, sentirás mucha tristeza, pero será un momento de enseñanza y valoración que te dará poco a poco la madurez para poner en práctica sus consejos y enseñanzas. 

Entenderás la razón de las cosas, de aquellos ratos en lo que sentías que te decía las cosas por molestar, es ahí donde te darás cuenta que esos momentos pasaron para hacerte una persona capaz, que no tiene limitaciones. Pero, sobre todo, aprenderás la importancia de disfrutar la familia, los momentos juntos.  

Aprenderás que, aunque la Patria es primero, el amor más fuerte que existe es el que tiene para ti. Esperarás a darle a tus hijos una mínima parte de lo que él te ha dado y hacerlos sentir tan orgulloso de ti, como tú lo estás de él.

Tal vez a los civiles se les dificultará comprender tu manera de razonar y de actuar, porque la milicia para muchos es un mundo desconocido ya que es Rambo y el soldado Ryan, armamento y municiones, muerte y asesinatos, uniformes, órdenes y obediencia, pero sólo tú sabrás acerca del increíble sentido humano que tiene un soldado, ya que habrás visto y vivido de cerca todos los desafíos y sacrificios que hizo por ti y los miembros de una Nación. 

Y la regla más importante de todo esto: Nunca lo dejes salir de la puerta sin antes decirle que lo amas, pues te darás cuenta que existe la posibilidad de que no regrese. No te arrepentirás de haberle expresado tu amor, pues serás, seguramente una persona de bien y con los valores que aprendiste de ellos, los militares: Honor, Valor y Lealtad.