Entrevista con la Teniente Coronel Médico Cirujano Nonantzin Tort Leyva, Subdirectora del Hospital COVID del Campo Militar No. 1.

“Quiero agradecerles su dedicación y profesionalismo, porque ahí adentro en el área CIVID, hay mujeres y hombres sin rostro, pero con un corazón enorme para atendernos, cuidarnos y sacarnos adelante, porque al poner en riesgo su propia salud, demuestran su vocación de servicio y pasión por lo que hacen”, esas fueron las palabras de uno de los pacientes del Hospital COVID del Campo Militar No. 1, quien en medio de aplausos y luego de tocar la campanita en señal de victoria causó alta, luego de haber vencido a la enfermedad.

Lo anterior, es el resultado de la dedicación de los profesionales de la salud del propio hospital, quienes al igual que sus compañeros de otros hospitales luchan todos los días con un enemigo invisible arriesgando su propia salud, pero con un gran corazón por sus pacientes.

Para conocer más de cerca esta batalla que se libra todos los días en las salas de los distintos nosocomios, en el marco del Día del Médico, conversamos con la Teniente Coronel Médico Cirujano Nonantzin Tort Leyva, Subdirectora del Hospital COVID del Campo Militar No. 1, quien atendiendo las labores de su profesión, fue contagiada por este virus, sin embargo salió adelante y ahora continua en el frente de batalla.

Vocación de servicio

La Teniente Coronel Nonantzin, es una militar que siente una enorme gratitud con el Instituto Armado, ya que asegura que la institución le dio la oportunidad para ser alguien en la vida, desde que ingresó a la Escuela Militar de Enfermeras el 1 de septiembre de 1993.

Sus ganas de servir y superarse le hicieron que fuera más allá, ya que considera que en el Instituto Armado encontró la oportunidad de atender esa vocación por servir de dos formas: siendo militar y médico al mismo tiempo: “Posteriormente, atendiendo a mi vocación decidí por la carrera de medicina e ingresé a la Escuela Médico Militar en el año 2000 y me gradué en 2006 y más adelante me especialicé en ginecología y obstetricia porque considero que mi pasión es ver nacer la vida”.

El Ejército Mexicano es una institución muy noble, porque abre sus puertas a todos los jóvenes que tienen deseos de superación y que no cuentan con los recursos económicos suficientes, ese fue mi caso y estoy segura que el 90 por ciento de quienes ingresan a un plantel militar también ha sido por la misma razón.

Por si fuera poca esta gran oportunidad, para todos los que egresan de un plantel militar la institución ya los está esperando con un trabajo, por eso insisto que es una institución muy noble y único, porque todo lo que tengo y todo lo que soy se lo debo al Instituto Armado”. Por ello aprovechó la oportunidad para invitar a los jóvenes mexicanos para que se acerquen al Sistema Educativo Militar donde hay muchas opciones, ya que aseguró les puede cambiar la vida.

“La Salud como Meta y el Honor como Guía”

La Teniente Coronel Nonantzin está convencida que su alma máter fue la mejor escuela que pudo haber encontrado: “La Escuela Médico Militar es una gran escuela porque ahí nos forman con una gran ética profesional. Es muy reconocida porque es un plantel con muchas tradiciones, por eso creo que mejor escuela no pude haber tenido, porque como dice nuestro lema: La Salud como Meta y el Honor como Guía, eso significa que los médicos militares siempre velamos por nuestros pacientes, por ética profesional y por honor militar”.

Destacó la satisfacción de ser parte del equipo médico que lucha contra los efectos del SARS-CoV-2: “Bajo esta situación de pandemia, es una gran satisfacción ejercer nuestra profesión a través del Plan DN-III-E, con ello entregamos un poco de lo mucho que nos ha dado la institución. Siempre que exista una situación donde el pueblo de México necesite a sus soldados ahí vamos a estar presentes, ya sea un sismo, inundación o incendio, ahí vamos a estar para apoyarlos.

A partir de marzo empezamos a recibir pacientes, y oficialmente fuimos reconvertidos en Hospital COVID en mayo de este año. Reconvertimos 116 hospitales COVID e INSABI para atender a la población con grandes satisfacciones, porque hemos a la gente que llega sumamente grave, salir reestablecida”.

Una dura prueba

Al encontrarse en la primera línea de batalla, la Teniente Coronel Nonantzin fue infectada, lo que impactó su vida, aunque no se rindió y siguió trabajando por sus pacientes una vez que se recuperó: “Al enterarme que estaba contagiada sufrí un impacto sicológico, porque no se sabe como se va a comportar el virus en tu propio organismo, porque en algunos casos tiende a ser más agresivo que en otros; pero lo que realmente me preocupó, fue que toda mi familia se infectara, porque en ello va la posibilidad de perder un ser querido.

A pesar de todo, desde que me dieron de alta he seguido atendiendo a mis pacientes, porque ese es nuestro mayor reconocimiento, verlos salir por el pasillo del triunfo y que puedan tocar esa campanilla como símbolo de que vencieron el virus. Lo hacemos porque sin duda alguna nuestro país necesita nuestro apoyo y lo hacemos porque somos médicos y porque somos soldados y debemos estar al frente en todas las batallas. Por eso la confianza que tiene la sociedad es la mejor evaluación de nuestro desempeño y la mayor muestra de gratitud hacia sus Fuerzas Armadas”. Para concluir, envió un mensaje a sus compañeros con motivo del Día del Médico: “A mis compañeros médicos, les quiero dar las gracias por todo ese esfuerzo que hacen, pero también les quiero decir que no bajen la guardia, porque tenemos que seguir, ya que el país y la situación nos exigen ese esfuerzo, para que hombro a hombro sigamos combatiendo este virus y con ello nuestro país vuelva a la normalidad”.