La Secretaría de la Defensa Nacional conmemoró el nacimiento del Plan de Auxilio a la Población Civil en Casos de Desastre.

Con el fin de conmemorar el 53 aniversario del Plan DN-III-E, el pasado 10 de octubre, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) realizó un simulacro de sismo de ocho grados en la escala de Richter con epicentro en el estado de Morelos.

El evento, que se llevó a cabo en el Campo Militar No. 1 de la Ciudad de México, tuvo la participación de elementos que integran la Fuerza de Apoyo para Casos de Desastre de la Primera Región Militar, mejor conocida como FACDE. 

La FACDE se encuentra a disposición del Alto Mando del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos las 24 horas, los 365 días del año, para responder en cualquier momento con la celeridad que el caso lo requiera en cualquier punto del país. Su misión es dar apoyo a los Comandantes de Región Militar, cuando su capacidad haya sido rebasada después de un desastre natural o antropogénico y ayudar en la evaluación de daños.

Antecedentes Históricos

El 18 de septiembre de 1965, la Secretaría de la Defensa Nacional creo el Plan Director de Defensa Nacional No. III, del cual se desprende el anexo E con el título de Plan de Auxilio a la Población Civil en Casos de Desastre conocido por sus siglas DN-III-E.

El Plan DN-III-E se implementó por primera vez el 10 de octubre de 1966 en Tamaulipas y Veracruz, tras el desbordamiento del río Pánuco debido al paso del huracán Inés.

A raíz de su inclusión en el Plan de Defensa Nacional como anexo “E” y aunque en posteriores revisiones del Plan de Defensa, se ha presentado la disyuntiva de darle otro nombre, el Alto Mando de la Sedena decidió continuar designándolo como “Plan DN-III-E”, debido a la identificación que bajo esta denominación tienen autoridades civiles, medios de comunicación y población en general.

A partir de entonces elementos de la Sedena se mantienen en situación de alerta permanente para aplicar de forma inmediata dicho programa en toda la República, en cualquier momento y cuando se requiera.

Fue un año después de los sismos de 1985 que sacudieron a la Ciudad de México, se incorporaron los binomios caninos. En la actualidad la Sedena cuenta en sus filas con mil 371 perros de rescate, detectores de explosivos, droga y dinero.

Simulacro de sismo

Para conmemorar un año más del Plan DN-III-E, se realizó la demostración del adiestramiento, organización, equipamiento y funcionamiento con que cuenta el personal del Ejército y la Fuerza Aérea mexicanos a través de un ejercicio de simulación a gran escala de un terremoto de ocho grados.

Fue el Coronel de infantería D.E.M., Juan José Montiel Maldonado, Jefe de la Subsección de Protección Civil de la Sedena, quien explicó las diversas situaciones en las que se ha puesto en operación dicho plan: “En la actual Administración hemos trasladado en más de mil 61 acciones, a 35 mil integrantes del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos. Durante estos 53 años que estamos conmemorando este 10 de octubre hemos tenido la oportunidad de proporcionar apoyo a la población civil en caso de desastres.

Explicó que el Plan DN-III-E se aplica mediante tras fases: “La de prevención, auxilio y recuperación; bajo estos tres procedimientos tenemos la oportunidad de salir al extranjero bajo el concepto de Ayuda Humanitaria de manera bilateral. Hemos desplegado a elementos en 43 ocasiones para auxiliar a 20 países diferentes».

Durante el simulacro que duró más de dos horas, 120 elementos de rescate urbano aplicaron el protocolo de intervención para proporcionar y garantizar el auxilio de la población civil luego de un sismo de ocho grados.

Durante el desarrollo del simulacro de sismo, intervinieron los equipos de rescate urbano, binomios canófilos, rescate de estructuras colapsadas, atención de emergencias, químico biológico y radiológico; medicina táctica, remoción de escombros, así como de seguridad, quienes coordinadamente atendieron la emergencia, dejando en claro que el Instituto Armado, cuenta con gran experiencia y un desarrollo muy claro de los protocolos de actuación, lo que permite que la intervención del personal militar sea mucho más efectiva.