Evolución del transporte aéreo de los primeros mandatarios de México.

Por: Ricardo Ruiz Valle

Son impresionantes las imágenes de las aeronaves oficiales que transportan a los jefes de estado por todo el mundo. Estas van de jets ejecutivos a grandes aviones de uso comercial, adaptados para cubrir trayectos intercontinentales como son los Airbus A 340 que utilizan el presidente francés Macron y la canciller alemana Merkel, así como el Boeing 747 usado por el presidente Trump, denominado como el Air Force One  y el IL 96 del presidente Putin.

También son dignas de recordar esas estremecedoras imágenes tomadas en blanco y negro de un Boeing 707 con matrícula SAM 26000 (special air mission) despegando del viejo aeropuerto Love Field de la ciudad de Dallas Texas ese 22 de noviembre de 1963, llevando en su interior hacía Washington D. C., el cadáver de John F. Kennedy, quien había llegado a esa ciudad texana en visita oficial por la mañana y en donde minutos antes del despegue el vicepresidente Lyndon B. Jonhson se convertía en el trigésimo quinto presidente de los Estados Unidos, el primero y hasta la fecha único presidente de aquel país que juraba el  cargo abordo de un avión.

Del Deperdussin al TP-01

México en materia de vuelos presidenciales tiene una vasta experiencia, ya que el día 30 de noviembre de 1911 el presidente Francisco I. Madero al asistir a una exhibición aérea en los denominados llanos de Balbuena de la ciudad de México (propiedad de la familia Braniff) fue invitado por el piloto George M. Dyot a subir a su aeronave (un monoplano Deperdussin de dos plazas y 80 caballos de fuerza) para dar un breve recorrido sobre ese campo de aviación. El mandatario espiritista aceptó la invitación,  convirtiéndose en el primer jefe de estado del mundo en funciones en volar en avión (12 minutos).

Ya pasado el conflicto revolucionario en México, los presidentes mexicanos usaban para sus viajes a diversas ciudades de provincia el famoso “Tren Presidencial Olivo”.

Durante la administración del presidente Miguel Alemán Valdés (1946-1952) el presidente Truman de los Estados Unidos visitó oficialmente México en marzo de 1947, llegando a bordo de un Douglas C-54 de la Fuerza Aérea de ese país apodado “La Vaca Sagrada”.

En reciprocidad a la visita del primer mandatario estadounidense, el presidente Alemán inició el 19 de abril de ese 1947, un viaje a Washington D. C. en ese mismo aparato de la Fuerza Aérea. Para el regreso se utilizó un DC-4 matrícula XA-FIT, de la Compañía Mexicana de Aviación, siendo la primera vez que un avión comercial mexicano realizaba un vuelo entre ambas capitales en poco más de nueve horas. Fue durante esa administración que se tomó la decisión para adquirir un DC-3 para los vuelos del jefe del ejecutivo federal y fue bautizado con el nombre de “El Mexicano” (esta aeronave sirvió durante varias administraciones hasta el año de 1980, que fue puesto en exhibición permanente dentro de las instalaciones del Hangar Presidencial en el Aeropuerto de la ciudad de México).

La administración de don Adolfo Ruiz Cortines no se caracterizó por muchos viajes en avión, pero en julio de 1956 se llevó a cabo una reunión de los jefes de estado del continente americano realizada en Panamá a donde el presidente acudió y se utilizaron los servicios de la empresa Aeronaves de México con un Convair 340.

Durante el mandato de Adolfo López Mateos, se iniciaron las giras presidenciales de ultramar y fue el primer presidente mexicano que visitó oficialmente la India y Japón.

El presidente peregrino mejor conocido como “López Paseos”, llevó a cabo desde el inicio de su gestión viajes oficiales a Estados Unidos, Canadá, Sudamérica y Europa utilizando los servicios de la nacionalizada empresa Aeronaves de México. Los aparatos usados para tales misiones llevaban en ambos costados del fuselaje la leyenda “PODER EJECUTIVO, AVIÓN PRESIDENCIAL”.

Para octubre de 1962, el gobierno mexicano rentó un Boeing 707-320 de          Pan American, el “Mexican Clipper”  para un viaje a Japón y fue precisamente volando sobre el Pacífico que López Mateos se enteró de la crisis de los misiles soviéticos en Cuba.

En el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, se realizaron algunos viajes a Estados Unidos, Centro y Sudamérica a bordo de los DC-8 de Aeronaves de México.

De 1970 a 1976, se llevaron a cabo una gran cantidad de viajes transatlánticos muy al estilo de López Mateos, el presidente Luis Echeverría utilizó los servicios de la empresa Aero México.

El 29 de marzo de 1973, se inició un viaje alrededor del mundo, el presidente Echeverría recorrió: Ottawa, Manchester, Londres, Bruselas, París, Moscú, Irkutsk, Pekín, Shangai, Wake, Honolulu, México.

El 13 de abril de 1973, el DC-8 matrícula XA-SIA del caballero águila, llamado PUEBLA aterrizó en el aeropuerto Pulkovo de Moscú, siendo el primer avión mexicano que aterrizaba en la capital soviética.

En 1978, el gobierno mexicano tomó la decisión de ya no usar los servicios de la línea aérea estatal y tener sus propias aeronaves para los viajes presidenciales. Se crea el organismo denominado UTAPEF (Unidad de Transportes Aéreos del Poder Ejecutivo Federal).

Se adquirieron dos aviones Boeing 727-100, adaptados para trayectos intercontinentales y fueron bautizados con el nombre “Quetzalcóatl I y II con la designación oficial TP-01 y 02 (Transporte Presidencial). Hay que recordar que el 727 TP-01 en la turbina número dos llevaba estilizada la figura mítica de la serpiente emplumada.

En el año de 1986 se decide el reemplazo de los 727s por otro tipo de aeronave y se autoriza la compra de un Boeing 757-200 con las mismas características de alcance y rendimiento que el 727.

Ya en el periodo del presidente Calderón, se colocó un pedido por un avión de cabina ancha Boeing 787 que se incorpora  al  servicio para este 2016. Entre las características de este nuevo aparato, es que puede volar sin  escalas entre la capital de la república y cualquier ciudad de Europa y el extremo Oriente.

La administración 2012-2018 se realizaron varios viajes, aprovechando las capacidades intercontinentales del 787 se hicieron visitas Europa, Medio Oriente y Oceanía.

A partir de 2018, se tomó la decisión de desincorporar la unidad de transportes aéreos del ejecutivo federal y preferenciar el uso de los servicios de empresas comerciales para los viajes aéreos.