Médico militar propone sencillo pero eficaz tratamiento para combatir los efectos provocados por el virus SARS-COV-2.

Desde que se dió a conocer la rapidez con la que avanzaba la pandemia provocada por el virus SARS-COV-2, el cual provoca la enfermedad COVID-19, a través de la Revista Militar Armas, le hemos dado a conocer las diversas aportaciones de un prestigioso militar para contrarrestarla, el Coronel Médico Cirujano Gerardo Martín González López, quien basado en su experiencia y años de investigación ha desarrollado la terapia de regeneración celular a base de inductores

Una nueva línea de investigación de dicha terapia ha probado ser el método más efectivo parta prevenir los estragos de la enfermedad, ya que aplicada a tiempo revitaliza el sistema inmunológico a un nivel presentado solo por los niños, quienes según estudios realizados son hoy en día los menos vulnerables, con un nivel de contagio muy bajo y cero por ciento de mortalidad por el SARS-COV-2.

Sin embargo, el Coronel González López, basado en los resultados de las primeras autopsias realizadas en Italia a pacientes que murieron por COVID-19, tiene una nueva propuesta para su tratamiento.

En estas autopsias se descubrió que los pacientes tuvieron fallas en el corazón, pulmones, hígado y cerebro, además se conoció que esta nueva mutación del coronavirus puede producir coágulos en la sangre, lo que provoca una coagulación intravascular diseminada que finalmente lleva al paciente a la muerte.

Al respecto, asegura el Coronel González López que teniendo en cuenta que el alcohol tiene un efecto anticoagulante, si se pudiera agregar un poco de alcohol en los humidificadores de los pacientes contagiados por SARS-COV-2, este ayudaría a acabar con el virus y evitaría la coagulación de la sangre.

Asegura que “usando una cantidad moderada que no rebase los limites de seguridad de cada paciente, dependiendo claro, de su funcionalidad orgánica, podría ayudar a mejorar la salud ya que el alcohol podría ingresar a las bases pulmonares y esto podría servir como anticoagulante para prevenir la coagulación intravascular diseminada y al mismo tiempo estaría atacando al virus SARS-COV-2 en su propio terreno, que son las bases pulmonares, pero sin generar daño”.

Lo anterior se basa en estudios que han demostrado que el alcohol inhalado puede ingresar al organismo sin causar daño al hígado ya que no ingresa de forma común si no por medio de los humidificadores. Esto podría ayudar de forma muy significativa en una terapia intensiva, incluso más que un respirador.

La propuesta del Coronel González López es una alternativa a todo lo que se ha probado sin éxito, ya que todos los tratamientos probados hasta ahora, de acuerdo con investigaciones internacionales, resultan muy tóxicos como los antipalúdicos, anticoagulantes, y los inmunomoduladores, entre otros tratamientos que llegan a causar problemas graves en la salud como la cloroquina, que por sus compuestos químicos puede causar otros malestares como cefalea, mareos, pérdida del apetito, malestar estomacal, diarrea o dolor de estómago, vómitos y sarpullido, incluso problemas cardiacos que pueden llevar a la muerte.

Ante estos desalentadores resultados con dichos tratamientos, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha advertido que “no hay evidencia de buena calidad” que demuestre que sea eficaz contra el COVID-19, por ello, la propuesta realizada por el Coronel González López se perfila como una excelente alternativa, misma que ya se probó con un paciente con magníficos resultados, por lo que su propuesta no solo contempla el cuidado del paciente, sino también la protección de los profesionales de la salud: “Ayudaría mucho que hubiera humidificadores en los hospitales para que el personal de salud y todos quienes laboran en ellos inhalaran el alcohol y se pudiera combatir este virus.

De ser posible en algún punto se les podría poner a los profesionales de la salud esta terapia de regeneración celular a base de inductores para fortalecer su sistema inmunológico, o viceversa, aplicar la terapia para fortalecer el sistema y usar los humidificadores con alcohol para que ayuden a evitar el contagio, esta terapia conjunta podría dar resultados inimaginables”.

En suma, la terapia de regeneración celular a base de inductores, hoy por hoy, podría ser la mejor vacuna con la que se puede contar de manera preventiva, porque tendríamos un sistema inmunológico fortalecido como el de los niños; y en el caso de contraer el virus, en una terapia intensiva el uso las nebulizaciones con solución fisiológica y alcohol sin desnaturalizar al 10 por ciento, evitaría el uso de medicamentos y anticoagulantes, asociados estos a reacciones adversas como la sobreanticoagulación que provoca hemorragias internas muy peligrosas.

Es así como un médico ejemplar, egresado de la prestigiosa Escuela Médico Militar, consciente de la misión por la que abrazó la carrera de las armas, a pesar de estar en la honrosa situación de retiro, continúa sirviendo a su país y respondiendo a lo que algún día se comprometió como profesional de la salud al pronunciar el Juramento Hipocrático, sigue salvando vidas, y con la nueva propuesta, pone sobre la mesa una sencilla pero eficaz solución para restablecer la salud de quienes más lo necesitan en este momento en el que parece que nada da resultados.