Actividades de la Asociación de Graduados del Colegio de Defensa Nacional.

Con el apoyo del Alto Mando del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, la Asociación de Graduados del Colegio de Defensa Nacional, continúa firme en el propósito que la vio nacer en 2001: Reunir a los graduados del Colegio de Defensa Nacional y a los miembros del Ejército y Fuerza Aérea Graduados del Curso de Mando Superior y Seguridad Nacional del Centro de Estudios Superiores Navales, a fin de analizar y opinar respecto de los grandes temas nacionales, como lo es la seguridad y defensa nacional.

Por ello, el 25 de julio pasado, los miembros de la asociación, se reunieron para escuchar a los uno de los mejores expertos en Seguridad y Defensa Nacional de nuestro país, el Doctor Javier Oliva Posada, quien compartió un tema coyuntural donde las Fuerzas Armadas tienen una participación decisiva: La Guardia Nacional.

Guardia Nacional

Durante su ponencia, el Doctor Javier Oliva  recordó que desde hace varios sexenios en México los presidentes, sin importar su procedencia ideológica o sus antecedentes partidistas, han modificado de manera estructural, es decir jurídica y administrativamente, el ámbito de defensa y seguridad interior: “En el sexenio de Ernesto Zedillo se creó la Policía Federal Preventiva, con la Tercera Brigada de Policía Militar en conjunto con la Policía Federal de Caminos, es decir, lo que vemos ahora no es nuevo. Aquí vemos un intento por contrarrestar los efectos que se estaban resintiendo en materia de seguridad Pública.

En el sexenio de Vicente Fox se creó la Secretaría de Seguridad Pública Federal y en el siguiente Sexenio con el Presidente Felipe Calderón Hinojosa se creó la Policía Federal, se triplicó el número de integrantes y se creó la Plataforma México.

En el siguiente sexenio se vive la segunda alternancia de la Presidencia de la República, con Enrique Peña Nieto, quien suprimió la Secretaría de Seguridad Pública Federal y Creó la Comisión Nacional de Seguridad y la Gendarmería, que fue un proyecto absolutamente fallido, porque quedó con cinco mil elementos, como una más de las siete divisiones de la Policía Federal”.

También señaló los cambios experimentados en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador: “se recreó el proyecto de Fox y Calderón con la Nueva Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, se suprimió el Cisen y se creó el Centro Nacional de Inteligencia, se suprimió el Estado Mayor Presidencial y se creó la Guardia Nacional, con la respectiva reforma constitucional y las leyes secundarias.

Agregó que “una de las coincidencias que encontramos en todo ese tiempo, incluyendo la Administración del Presidente López Obrador, es que se han apoyado en las Fuerzas Armadas para combatir el problema de la inseguridad”.

Aseguró que por alguna coincidencia cada diez años, en la corta vida de lo que era la Policía Federal Preventiva, se ha modificado de fondo y sabemos que las corporaciones del orden público difícilmente pueden madurar en 20 años. Por eso lo que ha prevalecido con estas corporaciones ha sido que al cambio de Administración se empieza de cero.

Por ese motivo el costo ha sido muy alto, sobretodo para la Secretaría de la Defensa Nacional y de Marina, ha sido constante, en presupuesto, armamento, personal e infraestructura. Por eso el reto es cómo proveer de todo tipo de recursos a la guardia Nacional, incluyendo los recursos humanos”.

En el tema de la disciplina militar, subrayó que la insubordinación dentro del sistema militar es grave, y agregó: “Por eso considero que ninguno de los policías que se han manifestado en contra de ser incorporados a la Guardia Nacional puede ser considerados para ello”. 

Destacó la importancia de contar con las Fuerzas Armadas: “Si una institución vela por la democracia de este país, son las Fuerzas Armadas, por eso, debilitar a las Fuerzas Armadas es debilitar a nuestra democracia, no solo a la viabilidad del Estado, sino las condiciones de democracia, lo que va en sentido contrario de algunas expresiones ideológicas que dicen que las Fuerzas Armadas son una amenaza a la democracia; porque son una garantía de funcionamiento institucional”.

Señaló la diferencia estratégica del nuevo cuerpo de seguridad: “La gran diferencia en la estrategia de seguridad entre esta Administración y las anteriores, es que ahora la Guardia Nacional va a estar desplegada de manera permanente, es decir, no va a ser una fuerza reactiva, lo que significa una diferencia importante, aunque va implicar retos muy importantes de intendencia y logística”.

Explicó que se debe hacer para tener resultados en el tema de seguridad: “Las corporaciones policiacas locales deben estar actuando en coordinación con la Guardia Nacional, porque ahora no solo enfrentarán al crimen organizado, sino a la delincuencia común. En suma, las áreas que tendrán que atender las Fuerzas Armadas, a través de la Guardia Nacional, se han ampliado.

Ante un escenario de esa naturaleza, la respuesta del Estado mexicano debería ser el contar con corporaciones policiacas que eviten que la actividad criminal se convierta en un asunto de seguridad nacional, por ello, como la forma reiterada de actuar de la delincuencia organizada ha alterado las condiciones de paz y desarrollo, el recurso del Estado son las Fuerzas Armadas”.