26 años dando vida a México.

La Secretaría de la Defensa Nacional ha participado en forma significativa con diversas dependencias de la administración pública, en la producción de plantas; con resultados muy positivos desde el año 1999 y en coordinación con la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). Desde entonces y hasta la fecha, con un aproximado de 30 viveros ubicados a lo largo de la República Mexicana.

En esta ocasión visitamos el Vivero Forestal Militar de Temamatla, ubicado a un costado del Campo Militar de la 37/a. Zona Militar y a 10 minutos del pueblo Tenango del Aire en el Estado de México, cuyo inicio de operaciones data del año 1993 y que tras 26 años de operaciones, ha generado un total de 173 millones de árboles para diversos programas de reforestación.

El Capitán 2/o. de Zapadores J. Luz Murillo Martínez, Jefe del Vivero Forestal Militar Temamatla, explicó que este vivero cuenta con 20 hectáreas de terreno, ocho módulos de producción y dos invernaderos, capaces de producir 6.7 millones de árboles cada año.  Actividad lograda con el trabajo de un oficial, cinco de tropa y 71 civiles.

Dicho vivero pertenece a la Subsección de Protección Ecológica de la Sedena y su misión principal es producir plantas de calidad, que a su vez, va dirigida a distintos beneficiarios para continuar con el ciclo natural y posteriormente llevar a cabo la reforestación en conjunto con el Ejército y pueblo de México. Actualmente se encuentra en el ciclo de producción 2020-2021, con la meta de producir 6 millones 100 mil unidades.

Las especies que se cultivan en este vivero son: Sabino, Encino, Pino Blanco, Oyamel, Ocote, Cedro Blanco, Liquidambar, Pino Llorón, Montezuma, Ayacahuite y Piñonero, especies de clima templado frio, que obedecen al área geográfica de este vivero militar, y cuyo cultivo se logra de tres a cuatro meses. Todas estas especies están destinadas a programas de reforestación en el Estado de México, Puebla y Oaxaca, en zonas civiles y militares

El proceso de producción

Después de los estudios pertinentes donde se determina la cantidad de plantas necesarias para un ciclo de reforestación, la Sedena adquiere de forma particular y con productores nacionales, los elementos necesarios para el cultivo de las especies mencionadas, como fertilizantes, nutrientes, tierra y semillas.

“Las semillas vienen de rodales semilleros previamente identificados que reúnen características de salud y provienen de árboles vigorosos, autorizados para su aprovechamiento, permisos de Semarnat y hay personas que se dedican específicamente a esa tarea”, explicó el Capitán Murillo.

También resaltó que “este es un vivero tecnificado, ya que cuenta con un cuarto de bombas donde se hacen las mezclas de los nutrientes, fungicidas y posteriormente estas mezclas corren por el sistema de riego, sistema de microaspersión y a esto se le considera un vivero tecnificado”.

En el módulo de germinación, las semillas son insertadas en la tierra y cubiertas con tela-sombra para evitar la agresión de aves y granizo. En esta primera etapa se conserva la planta desde que es una semilla hasta que logra cinco centímetros de altura.

Por otra parte, en los módulos de “sistema tradicional en bolsa”, las plantas de menor cuidado son resguardadas desde que son semillas hasta que logran una altura de 15 centímetros. Otra forma de lograr el crecimiento de las semillas es en los conos, con 54 cavidades, estos contienen, agrolita, corteza de pino,  vermiculita  y fertilizantes de liberación controlada.

“La vermiculita mineral ayuda a la porosidad para que el agua fluya y no se encharque, y empiecen las enfermedades. Eso permite que haya un buen riego y que salga el agua”, destacó el Capitán Murillo.

Los módulos se encuentran divididos en 32 “plantabandas”, y cada una alberga 17 mil unidades, por lo tanto, un solo módulo es capaz de producir poco más de medio millón de plantas por ciclo.

Ana Lilia Jiménez Ojeda,  trabajadora civil del Vivero Militar Temamatla, relató que la jornada de trabajo en estas instalaciones tiene una duración de ocho horas diarias por seis días a la semana, tiempo en el que se insertan semillas para su germinación, se realiza la limpieza de hierba mala y se supervisa el crecimiento, humedad y salud de las plantas.  A estas actividades, sumó que su trabajo le genera una gran satisfacción, ya que es capaz de presenciar el ciclo completo de vida de las plantas.

Destacó que “el pueblo de México debe cuidar la naturaleza, si ven un árbol y le falta agua,  échenle agüita, no los arranquen, no los maltraten, su crecimiento es muy difícil y requiere de mucho esfuerzo”.

Medidas de seguridad

A las afueras de cada modulo se cuenta con un sistema de sanitización para evitar el ingreso de contaminantes a las plantas, Desde la entrada al vivero, un sistema de sanitización esteriliza a los vehículos completos y a las personas que ingresan a las instalaciones. Por otro lado, cada módulo cuenta con una pileta para sanitizar el calzado de los visitantes y trabajadores del lugar. Cabe destacar que estas medidas se realizan desde antes del inicio de la pandemia actual.

Vivero tecnificado

Para el correcto riego de los módulos de producción, se cuenta con un centro de control con una computadora Netafim para programa de riego. El ingeniero agrónomo Arturo Esquivero, explicó que con este sistema es posible programar por horas y por tiempos, la especie que se quiere regar y que cada tipo de planta tiene diferentes requerimientos, de acuerdo a su edad y tamaño.

También explicó que una planta pequeña puede necesitar de 20 minutos de riego contínuo y una grande puede necesitar de una hora a hora y media de riego. En dicha computadora se realizan las mezclas de nutrientes necesarios para cada área de producción y se programa la hora y tiempo en que se realizará el riego por microaspersión de forma automática, logrando el 90 por ciento de uniformidad y vigorosidad.

Sembrando Vida

Actualmente el Vivero Militar de Temamatla trabaja en conjunto con la Secretaría de Bienestar, específicamente en el programa “Sembrando Vida”.  El Capitán Murillo destacó que es posible acudir a las oficinas de dicha institución para hacer una solicitud de plantas para reforestar zonas perdidas o zonas urbanas que lo requieran. El único requisito es realizar un diagrama del lugar, presentar una identificación oficial, y posteriormente la institución determinará las especies indicadas para llevar a cabo esta actividad.

Es importante realizar las actividades de reforestación, obedeciendo el ciclo natural de la lluvia, ya que esta época es la indicada para lograr el éxito de una campaña de reforestación.

Finalmente se destacó que la Secretaría de la Defensa Nacional, además de sus actividades más conocidas, también trabaja apoyando a México en campañas como esta, destacando la producción de plantas como “otra forma de coadyuvar por el beneficio de México” y que  “la confianza social en esta institución es la mejor evaluación, que tenemos para nuestro desempeño”.