Museo de Caballería

Recinto Cultural que resguarda la historia de una de las armas más emblemáticas del Ejército Mexicano.

La Caballería Militar Mexicana celebra su día cada año el 9 de mayo, ya que fue en esa fecha, pero de 1920, cuando se registró ese hecho que marcó para siempre el valor y lealtad de los cadetes del Heroico Colegio Militar, quienes al formar parte de la Columna de la Legalidad, que escoltaba al Presidente Carranza hacia Veracruz, realizaron la “Ultima Carga al Sable” o como se le conoce también como la “Ultima Carga de Caballería, en Apizaco, Tlaxcala.

Este y muchos otros episodios de la historia patria, donde hubo la intervención de tropas montadas, se pueden encontrar en un recinto cultural que pertenece a la Secretaría de la Defensa Nacional: El Museo de Caballería.

Este espacio dedicado a los férreos integrantes del Arma de Caballería, se encuentra en el Campo Militar de Popotla, Ciudad de México, en una edificación llamada “Picadero General de División Joaquín Amaro”, ya que las instalaciones eran utilizadas por los cadetes para la doma de los caballos.

Historia del Museo

En el Campo Militar de Popotla, que alberga el día de hoy el Museo de Caballería, fue edificada la Escuela Normal para Maestros en 1910; sin embargo, en 1918, las instalaciones quedaron en manos del Instituto Armado.

De 1920 a 1976, fue sede del Colegio Militar y durante este período la construcción donde actualmente se encuentra el Museo de Caballería se empleó como picadero, de ahí su nombre, que era un local destinado al adiestramiento de cadetes en la doma de caballos.

En 1982 se decidió utilizar el picadero para establecer el “Museo del Ejército y Fuerza Aérea”, para lo cual se realizaron las remodelaciones correspondientes; y en 1999, dicho museo se trasladó a la Ciudad de Guadalajara, Jalisco.

Finalmente, en el año de 2006 se instaló en el mismo edificio del picadero el Museo de Caballería, mismo que abrió sus puertas al público el 16 de abril del mismo año.

Contenido museográfico

Durante el recorrido por las 13 salas del Museo de Caballería, los visitantes podrán encontrar un contenido museográfico muy interesante y variado, ya que se pueden apreciar fotografías, pinturas, armas antiguas y contemporáneas, vehículos, réplicas de carruajes, esculturas, banderas, y cientos de piezas que acompañadas por sus respectivas cédulas, narran la historia de esta arma del Ejército, desde la llegada de los españoles hasta la época contemporánea.

Es un recorrido en orden cronológico que lleva de la mano a quien lo visita por sus diversas salas: La Conquista, Época Colonial, Independencia, Época Juarista, Porfiriato, Revolución Mexicana, Presencia de la Mujer, De Caballería Montada a Motorizada, Criadero Militar de Santa Gertrudis, Deportes Ecuestres, Sala Audiovisual, Sala de Exposiciones Temporales, y Sala de Banderas.

Todo ello en un mismo espacio, durante las visitas y recorridos que se ofrecen a grupos de escuelas, de martes a domingo y días festivos en horario de 10 a 18 horas, donde personal militar experto en historia los acompañará para darles una amplia explicación y podrá aclarar cualquier duda al respecto, mediante la descripción de un sin número de elementos visuales que se encuentran dispuestos para hacer más atractivo el recorrido y proporcionar mayor información, que los acercará un poco más con la historia y con lo que hacen las Fuerzas Armadas de México.

Por todo ello, la visita al Museo de Caballería es algo que no se pueden perder, es una experiencia única, ya que además en un espacio ubicado en una de las sedes más emblemáticas del Heroico Colegio Militar: Popotla, instalaciones que ya cumplieron más de cien años y siguen conservando su belleza y esplendor arquitectónico, gracias al cuidado y mantenimiento del personal militar.

Historia del Día de la Caballería

En el año de 1920 llegaba a su fin el período de gobierno del Presidente Venustiano Carranza y a causa de diversas acciones adoptadas en su mandato, se revelaron algunos militares, quienes participaron en el pronunciamiento del Plan de Agua Prieta, el 23 de abril del mismo año, en el cual se desconoció al Presidente.

La última carga de caballería de la Revolución, quedó encuadrada dentro de los eventos de la denominada “Columna de la Legalidad”, en el mes de mayo de 1920, cuando la situación política del país cambió considerablemente en contra del Presidente Venustiano Carranza, quien al verse amenazado convocó a las fuerzas leales para trasladar los poderes federales a Veracruz.

Desde el día 6 de mayo de 1920, el General Joaquín Mucel, Director del Colegio Militar, fue llamado a la Secretaría de Guerra y Marina, donde recibió instrucciones del General Francisco L. Urquizo, para reunir al personal del plantel y comunicarles la decisión del gobierno para trasladarse al Estado de Veracruz, donde quedaría instalado el Colegio y que aquellos que voluntariamente lo siguieran, continuarían allí sus estudios o en la función de sus cargos. Ese mismo día, el entonces Coronel de Caballería Rodolfo Casillas, Director de la Escuela de Caballería del Colegio Militar, recibió instrucciones del General Mucel, a fin de ordenar a los alumnos que manifestaran su deseo de salir con el presidente Carranza, lo cual fue apoyado por toda la Escuela.

La marcha en ferrocarril comenzó el día 7 de mayo, asumiendo la Escuela de Caballería la misión de proteger la salida de los trenes. Las agresiones al convoy comenzaron desde antes de llegar a Santa Clara, Estado de México, ordenando el General Joaquín Mucel que se contestara el fuego a los atacantes en forma limitada, a fin de evitar que se acercaran demasiado al tren o estuvieran en posibilidades de obstruir la vía. Los ataques continuaron en Cerro Gordo y el tren siguió su marcha.

Antes de llegar a Irolo, Hidalgo, una fuerza le marcó el alto al convoy, se trataba de una avanzada del General Murguía, quien le ordenó al General Mucel continuar con el recorrido hasta Apizaco, a donde llegaron el 9 de mayo de 1920. En ese sitio, se encontraban el Presidente y el General Urquizo, ante quienes se presentó el Director del Colegio Militar y el Coronel Rodolfo Casillas Comandante en Jefe de la Escuela de Caballería, quien se embarcó con su personal en los últimos carros del tren por órdenes de Carranza. Después de que el presidente pasó revista a las fuerzas leales, se les incorporaron el General Pilar R. Sánchez, procedente de Puebla y el General Margarito Puente, que venía de Tlaxcala.

Ese día el convoy se encontraba en Apizaco acopiando provisiones y al tenerse información de que fuerzas enemigas avanzaban hacia esa posición, los trenes continuaron a San Marcos.

La Escuela de Caballería y algunos contingentes montados del General Margarito Puente, recibieron órdenes de cubrir la retaguardia del ferrocarril. A corta distancia de Apizaco, fuerzas obregonistas de Infantería y Caballería al mando de los Generales Máximo Rojas y Reyes Márquez, atacaron al tren presidencial y el personal del Colegio Militar contestó el fuego.

En medio del enfrentamiento el Coronel Rodolfo Casillas ordenó a sus dragones rodear el lugar a fin de atacar el flanco enemigo junto a los alumnos de infantería que se encontraban a bordo del convoy.

El acercamiento del enemigo y el factor tiempo no permitieron a la Caballería del Colegio tomar posesión del terreno para organizarlo y defenderlo por medio del combate a pie; tampoco era conveniente el ataque a caballo haciendo fuego con la carabina, por representar un consumo inútil de municiones.

Por la acción, se organizó una carga al sable en varias líneas de forrajeadores sobre el enemigo. Los jóvenes dragones avanzaron destructivos e imparables empuñando sus sables contra las tropas obregonistas, obligadas por la violencia del ataque de las fuerzas leales, a darse a la fuga.

Lo sorpresivo y feroz de la carga llevó a los cadetes de caballería a dar alcance al enemigo en retirada, sableando fieramente al enemigo y en medio del tiroteo llegaron varios montados al mando del general Pilar Sánchez, los cuales reforzaron a los dragones e hicieron retirarse definitivamente a los obregonistas.

No se continuó la persecución del enemigo para no descuidar la posición del convoy presidencial y porque empezaba a oscurecer. La escuela de Caballería fue reorganizada sobre el terreno y volvieron a la vía, a fin de continuar el avance hacia San Marcos, objetivo fijado para esa jornada, sin embargo, con la carga al sable los Dragones del Regimiento General Ignacio Allende, formado por alumnos de la Escuela de Caballería del Colegio Militar, obtuvieron la victoria sobre las fuerzas obregonistas al mando de los Generales Máximo Rojas y Reyes Márquez.

Con esto el Presidente Don Venustiano Carranza, acompañado de un pequeño grupo siguió su camino a pie rumbo a Veracruz, y el 21 de mayo de 1920, en Tlaxcalaltongo, Puebla, un grupo de hombres armados encabezado por Rodolfo Herrero dispararon sobre la choza donde descansaba Carranza dándole muerte.

Es así que el 9 de febrero de 1920 quedó de manifiesto una vez más el valor y lealtad de las tropas de caballería, es por ello que se escogió esa fecha para celebrar a “los de sable y guitarra”, como se les conoce a quienes pertenecen a esta arma del Ejército Mexicano, pues es gracias a ellos que la Revolución Mexicana se concretó, pues ésta se hizo a lomo de caballo, concretando de esa manera los sueños y anhelos de una sociedad habida de justicia.