Cuna de los hombres con moral de vencedor.
La Brigada de Fusileros Paracaidistas es una Gran Unidad Elemental del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, cuya misión es formar y conducir a las aerotropas de nuestro país en el cumplimiento de sus misiones como el aseguramiento de objetivos específicos de alto valor estratégico, utilizando aeronaves como medio de transporte, ya que es un medio silencioso, rápido y eficaz. Pero no es esta su única tarea, ya que durante la aplicación del Plan DN-III-E de auxilio a la población en casos de desastres, las aerotropas participan en el rescate de personas o la entrega de víveres, entre otras importantes tareas.
Para que esta la Brigada de Paracaidistas cumpla de manera eficiente con su misión, necesita de soldados altamente adiestrados, a fin de que desarrollen las destrezas necesarias para que puedan responder a las exigencias que su deber les impone.
Con este propósito, este cuerpo especial, cuenta con la Escuela Militar de Paracaidismo, que es un establecimiento de educación militar, ubicado en el Campo Militar No. 1, Ciudad de México, que tiene como misión capacitar y especializar al personal perteneciente a las unidades de la Brigada de Fusileros Paracaidistas, así como a Fuerzas Especiales y unidades convencionales en aspectos de índole técnico y profesional relacionados con las actividades de paracaidismo militar, para el cumplimiento de las misiones que se les encomienden.
En este centro de adiestramiento, se imparten, coordinan, supervisan y evaluan diversos cursos de paracaidismo militar, entre los que se encuentran: el Curso Básico de Paracaidista (Cubapa); Curso Básico de Caída Libre Militar; Curso de Maestro de Salto de Cinta Estática; Curso de Maestro de Asalto de Caída Libre Militar; Curso de Precursor de Salto Aéreo; Curso de Doblado y Mantenimiento de Paracaídas; y Curso de Operaciones de Pequeñas Unidades de Paracaidistas.
Es en el Curso Básico de Paracaidismo, donde todo paracaidista inicia su vida para ir del Cielo a la Misión, como lo marca su lema, curso que concluye con cinco saltos de aeronaves en vuelo, momento en el que se ganan sus alas de plata que caracteriza a este personal.
Misión del Cubapa
El Curso Básico de Paracaidismo tiene como propósito, preparar a las tropas para que puedan realizar saltos desde aeronaves militares en vuelo, para que puedan aterrizar de una forma segura a través de un paracaídas de cinta estática. Durante el curso, el soldado debe fortalecer su cuerpo para resistir la fatiga de cada misión, pero también su carácter, pues siempre hay que ir más allá de lo acostumbrado, exigiéndose más a sí mismo para alcanzar el objetivo y eso es algo que se aprende bien en cada curso.
A lo largo del año, se llevan a cabo cuatro cursos y en cada uno hay un promedio entre 100 a 150 elementos, es decir, al año se capacitan entre 400 y 600 elementos, entre ellos elementos femeninos, quienes al igual que los hombres gozan de las mismas oportunidades dentro del Instituto Armado para perteneces a la Brigada de Fusileros Paracaidistas y lucir sus alas con orgullo.
Fases del curso
Este curso cuenta con cuatro fases en las que el paracaidista va aprendiendo desde cómo se coloca dentro del fuselaje de la aeronave, hasta caer a tierra sin provocarse alguna lesión, por lo que resulta un curso de gran exigencia física y mental.
Fase de Fuselaje. En esta fase se adiestra al personal para que aprenda los movimientos que debe realizar antes de abordar la aeronave y dentro de la misma. Una vez que el soldado es inspeccionado por los maestros de salto, debajo de la aeronave, se le enseña cómo la va a abordar, cubriendo el maneral de su paracaídas de reserva; así como las voces y señales del maestro de salto para que realice ciertos movimientos hacia la salida, ya que el ruido de los motores y la acción del viento no permiten escuchar bien, por lo que se deben valer también de señales.
En esta parte, se les enseña como estar de pie, cómo enganchar su cinta estática y a qué voz van a abandonar la aeronave. De igual forma, en caso de una falla mecánica, se les enseña a adoptar la posición de emergencia y qué hacer luego de un incidente de vuelo.
Fase de Torre. Se le enseña al personal de paracaidistas la posición que debe adoptar para salir de la aeronave de una forma segura, es decir, cómo evitar chocar con el fuselaje y cómo evitar, que comience a girar por la fuerza del viento.
En esta fase, el soldado sube a una torre donde por primera vez se enfrenta con la altura y la sensación de arrojarse al vacío, por lo que es muy importante, no solo para adoptar una buena posición, sino para dominar sus miedos.
Fase de Arneses. En este punto se le enseña al soldado a realizar el conteo de salida, el cual debe ser en cuatro cientos, que es lo que tarda el despliegue de su paracaídas.
Luego de esto, se les enseña a checar la copa del paracaídas, verificando que esté en una posición correcta y por lo tanto segura. Además, se les adiestra para que en caso de que se presente alguna falla la puedan resolver correctamente, es decir, es donde el paracaidista se encuentra solo y donde tendrá que hacer lo necesario para salvar su vida, evitando un accidente con su propio paracaídas o en el medio donde desciende, ya sea en agua, árboles, construcciones o algún otro obstáculo, a fin de que tengan una caída segura.
Fase de Caída Móvil. Es la última fase del curso, donde se le enseña la forma correcta para realizar el aterrizaje, que básicamente es absorbiendo el impacto sobre el cuerpo, ya que la caída es fuerte.
En esta fase, los paracaidistas se deslizan por un cable que asemeja el movimiento que tiene el paracaídas en los últimos metros de descenso y a la voz de su instructor se sueltan para practicar la caída, que es en varios puntos de contacto sucesivos para distribuir la fuerza.
Luego pasar por un período de adiestramiento, que implica muchas horas de arduo entrenamiento y repetición en los ejercicios para desarrollar la memoria muscular necesaria, los soldados realizan cinco saltos con paracaídas de cinta estática; con ello, se ganan las codiciadas alas de plata que llevarán por siempre pegadas al corazón como lo manifiesta su himno, pues a partir de ese momento formarán parte de un grupo de soldados de élite, que desde su creación se ha caracterizado por ser leales entre los leales y poseer ese timbre de orgullo por ser hombres con moral de vencedor.