Retos, Riesgos y Oportunidades de Nuestra Economía

Por: Francisco Suárez Dávila ex Embajador de México en Canadá. Representante de México ante la OCDE en París. Subsecretario de Hacienda y Crédito Público. Dos veces Diputado Federal, donde se desempeñó como Presidente de la Comisión de Hacienda. Ha sido articulista en el Periódico El Universal y Autor de varios libros: “Crecer o no crecer”, entre otros.

Este ensayo persigue como objetivo analizar la perspectiva económica para nuestro país, desde inicios de 2023 hasta la elección de 2024. Anticipa retos difíciles y serios riesgos que pueden incidir en la estabilidad económica, social y la seguridad nacional en un sentido amplio. También ofrece oportunidades para el futuro que podemos aprovechar. Lo escribo con mi profundo reconocimiento y respeto hacia la gran Institución que son nuestras Fuerzas Armadas.

PRIMER RIESGO: ACUMULACIÓN DE CRISIS INTERNACIONALES EN UN MUNDO EN TRANSFORMACIÓN.

Un organismo internacional habla de una insólita “crisis de crisis” que se acumulan. Primero, el estallido de la pandemia en 2020 con más de 6 millones de muertos y efectos devastadores en las cadenas productivas, el empleo, la quiebra de empresas y el ingreso familiar, sería recesión.

La mayoría de los principales países aplicaron sendos programas compensatorios que produjeron una rápida recuperación. Desafortunadamente, la criminal invasión rusa de Ucrania, con sus efectos sobre los precios de energéticos y alimentos, generaron una inflación históricamente alta y generalizada en 2022. Eso alarma a los Bancos Centrales que elevan fuertemente las tasas de interés. Ahora se pronostica una nueva ola de recesión generalizada, incluyendo a Estados Unidos, en 2023. Es muy difícil combatir varías crisis que atacan simultáneamente.

SEGUNDO GRAN RIESGO: ECONOMÍA MEXICANA CON RECESIÓN ENDÉMICA Y ALTA INFLACIÓN.

La situación económica de México no ha sido nada buena durante este gobierno, en parte causado por los serios efectos provenientes del exterior, pero también agravados por errores propios de política económica.

El gobierno propuso antes de la pandemia de 2019 crecer al 4%, resultó 0.2%; luego, tuvo una de las mayores caídas mundiales, -8% por una de las más débiles políticas de compensación. Ha habido una modesta recuperación en 2022 (2.5%), pero con la probable recesión de EU, se estima que México crecerá sólo entre “0” y 1% en 2023. Así habría un sexenio perdido con nulo crecimiento y caída en el ingreso por habitante. Además se alcanzó una inflación histórica de 8%, especialmente en alimentos.

Una de las razones para el “estancamiento”, es la inversión total a sus niveles históricos más bajos. Además la mayor parte de la inversión pública se canaliza a los llamados “proyectos emblemáticos”, con serios cuestionamientos de muchos expertos: Dos Bocas, un tonel sin fondo, “el invento mexicano” de una “refinería subacuática”, que nacerá obsoleta, cuando coches eléctricos sustituyen a los de gasolina. El Aeropuerto Felipe Ángeles, por las limitaciones orográficas del valle de México no podrá agregar muchos vuelos al de la Ciudad de México, sólo puede sustituirlos, sin resolver la saturación imperante, además de la mala conectividad terrestre. El Tren Maya, no queda clara su rentabilidad social frente a su alto costo, ¡sí la destrucción del medio ambiente! El corredor transístmico, anhelo histórico, podría ser el proyecto del sexenio, ¡va muy atrasado!

Lo más rescatable es la estabilidad financiera, lograda con un “peso fuerte”, altas tasas de interés, finanzas públicas sanas, ¡paradójicamente, resultado de la aplicación de las más férreas políticas neoliberales, tan criticadas!

TERCER RIESGO: DETERIORO DE LA SITUACIÓN SOCIAL.

Fuimos de los países con la gestión más deficiente de la pandemia y con mayor número de muertos. En salud, el gasto muy insuficiente, acompañado de destrucción institucional, por ejemplo, en el sistema de distribución de medicinas que ha provocado desabasto. El Seguro Popular que funcionaba, se sustituyó por el INSABI que fracasó. En educación, de pésima calidad, se da el gasto histórico más bajo, frente a un rezago de 2 años y deserción de miles de jóvenes. Esta política social produjo deterioro millonario en los niveles de pobreza y empleo, y mayor desigualdad. Ha habido una cierta recuperación, pero insuficiente. Los aumentos en salario mínimo sí han sido muy acertados.

CUARTO RIESGO: POSIBLE CONFRONTACIÓN CON LOS ESTADOS UNIDOS

No se ha resuelto el problema de las violaciones del TMEC, con cambio en el equipo técnico de negociación en el momento menos oportuno. Si fracasan las consultas y perdemos el arbitraje, las sanciones serán muy gravosas. Coquetear con el criminal de guerra Putin no ayuda al ambiente. Preocupa mundialmente una regresión mexicana hacia el autoritarismo, debilitando la democracia; la incapacidad de frenar la inseguridad pública, controlar la expansión del crimen organizado y, las exportaciones de drogas, particularmente el fentanilo. ¡Todo acompañado de un desvío inapropiado de las Fuerzas Armadas de sus funciones de seguridad nacional hacia funciones civiles comerciales!

QUINTO: OPORTUNIDAD

En cambio, sí hay una brillante oportunidad de aprovechar el potencial de expansión de América del Norte, con el desplazamiento del comercio de China, y lograr para México una reconversión industrial y tecnológica sin precedentes, con inversión en energías verdes, micro-conductores, autos eléctricos, que impulsarían nuestro desarrollo.

Hay voces de alerta, cualquiera de los “cisnes negros” que “revolotean” pudieran aterrizar, provocarse una crisis o inestabilidad de fin de sexenio. Creo que aplicando “parches”, “estirando o reubicando las cobijas”, podemos evitarlo. En todo caso, debe resolverse el complejo proceso electoral, con instituciones electorales fortalecidas, no debilitadas. Es claro que debemos adoptar medidas preventivas, con políticas adecuadas, creando confianza y unidad, no confrontación y polarización y retroceso democrático. ¡Difícil comienzo para el nuevo gobierno!