Especio cultural que cuenta la historia y tareas estratégicas de uno de los cuerpos especiales más eficaces del Instituto Armado.

En el Campo Militar de Temamatla, Estado de México, casa de las Fuerzas Especiales, se encuentra un recinto cuyo contenido exhibe una colección de objetos y equipo utilizado por ese cuerpo especial, es el Museo de Fuerzas Especiales, mismo que fue inaugurado el 16 de agosto de 2013.

La finalidad del Museo de Fuerzas Especiales es dar a sus visitantes una amplia visión de todas las actividades que realizan sus integrantes, sus antecedentes históricos, las misiones que cumplen relacionadas con el combate al narcotráfico y las tareas en seguridad pública; así como el adiestramiento que reciben, y las actividades que llevan acabo allende nuestras fronteras, ya sea en aspectos de adiestramiento o en la participación de una justa deportiva, entre muchos otros interesantes aspectos.

Configuración del museo

El Museo de Fuerzas Especiales se alberga en una edificación de piedra la cual cuenta en su exterior con una amplia explanada donde se encuentran representados sus integrantes por esculturas doradas, acompañadas por tres de los elementos que permiten su movilidad para las misiones que se les asignan: Un vehículo de ataque rápido de fabricación estadounidense Chenowth FAV (Fast Attack Vehicle), ahora conocido como Desert Patrol Vehicle (DPV); una aeronave Arava construido en Israel por Israel Aircraft Industries; y un helicóptero bimotor de transporte MI-17, fabricado por la compañía rusa Mil.

Al cruzar la puerta del museo, da la bienvenida a los visitantes el escudo del Cuerpo de Fuerzas Especiales, acompañado por el lema que todos los días cincela el pensamiento y la mística de servicio de sus integrantes: “La Fortaleza del Hombre, radica en el dominio de su mente, su grandeza se conoce por la humildad de su espíritu, la honradez de su alma y su voluntad de vencer… Fuerzas Especiales”.

El museo está configurado por módulos, el primero es donde se muestran los antecedentes históricos de ese Cuerpo Especial, donde se expone cronológicamente los cambios y evolución que ha tenido a lo largo del tiempo, relacionados con su formación y organización de las unidades que lo componen.

Acompaña a este módulo un cuadro donde se muestran algunas imágenes de los integrantes del pie veterano de las Fuerzas Especiales en México, con una placa en dorado donde quedaron inscritos los nombres de todos ellos. Como dato curioso, en este espacio se encuentra la imagen en sus primeros años de servicio del actual Comandante del Cuerpo de Fuerzas Especiales en uniforme de comando.

Enseguida se encuentra el módulo de los Grupos Anfibios de Fuerzas Especiales, grupo que ya cesó sus actividades, pero que en su momento fue muy importante en el resguardo de las costas y litorales en México para evitar operaciones ilícitas. Ahí se presenta la misión particular y general, el adiestramiento y las actividades acuáticas que realizaban estos elementos. Uno de los mejores atractivos de este módulo es la representación a escala de una embarcación de intercepción Pro-Line, de la que fueron dotados estos grupos anfibios para cumplir con sus tareas.

El módulo de las Fuerzas Especiales en la Actualidad, expone la organización y actividades de las unidades que integran el Cuerpo Especial, su misión general, representación fotográfica de los batallones que lo componen, imágenes de las actividades de adiestramiento y una figura a escala de un soldado de Fuerzas Especiales.

Algo que representa un sello de orgullo y distinción para este medio de comunicación, es que en esta parte del museo se encuentra una pintura al óleo de la portada de la Revista Militar Armas, donde se representó con la imagen de un soldado de Fuerzas Especiales y una familia mexicana el significado de “La Gran Fuerza de México”, campaña de difusión de la Secretaría de la Defensa Nacional, cuya idea central era expresar que sociedad y sus Fuerzas Armadas son La Gran Fuerza de México.

En esta parte del museo nos encontramos con metopas, boinas, cuerdas para descenso y maniquíes con uniformes reales con armamento y equipo táctico utilizado en las diferentes zonas geográficas y distintas operaciones como son: montañismo, buzos de combate, operaciones en selva, antimotín, operaciones urbanas y el uniforme ghillie, utilizado por los tiradores selectos o como se les conoce comunmente como francotiradores, que es un tipo de prenda empleada para camuflarse en un entorno específico, semejando un denso follaje.

Un espacio especial es dedicado al Centro de Adiestramiento de Fuerzas Especiales, donde se exhiben fotografías de los distintos cursos, sus placas correspondientes, así como la misión y objetivos del centro.

Para concluir el recorrido, no podía faltar la participación decidida de la mujer militar en actividades de Fuerzas Especiales, así como la participación a nivel internacional en competencias como “Chimaltlalli”, que se lleva a cabo en el Heroico Colegio Militar de nuestro país y cuyos instructores para los cadetes para enfrentar esta justa son de Fuerzas Especiales.

De igual forma en este módulo se da cuenta de la participación de elementos de Fuerzas Especiales en el “Cambrian Patrol”, ejercicio militar que se lleva en las montañas y tierras pantanosas del Reino Unido; así como en el concurso “Fuerzas Comando”, que tuvo origen en Estados Unidos y que posteriormente ha tenido como sede otros países como Guatemala, Perú y Paraguay, ya que dicha competencia es auspiciada por el Comando Sur de los Estados Unidos.

El recorrido por los pasillos del Museo de Fuerzas Especiales es una experiencia única ya que su contenido museográfico, entre equipo táctico, uniformes, armamento, figuras a escala, fotografías y medallas, entre muchos otros elementos visuales, lleva a los asistentes a una comprensión de las misiones y la larga trayectoria de 30 años de servicio que ha tenido este cuerpo especial en México sirviendo con honor, valor, profesionalismo y con la firme convicción de dar Todo por México.