Relación entre la Terapia de Regeneración Celular a Base de Inductores y la respuesta de los niños ante el COVID-19.

En la Edición No. 512 de la Revista Militar Armas, le dimos a conocer la nueva línea de moléculas de la terapia de regeneración celular a base de inductores, para contrarrestar la enfermedad denominada por la Organización Mundial de la Salud como COVID-19, la cual es provocada por el nuevo coronavirus, que apareció por primera vez en China, el cual ha evolucionado hasta convertirse en SARS.CoV-2 (Síndrome agudo respiratorio severo coronavirus 2), designado así oficialmente.

Dicha línea de moléculas, fue desarrollada por el eminente Coronel Médico Cirujano Gerardo Martín González López, quien lleva ya más de 25 años salvando vidas, gracias a su novedoso tratamiento y ayuda humanitaria que proporciona a los que menos tienen que ahora con la pandemia que ha perneado hasta nuestro país, ha puesto sus conocimientos al servicio de los mexicanos, para atenuar los efectos devastadores que podría provocar.

Estudios recientes han demostrado que todo lo que este médico militar ha planteado es lo correcto, tanto en la terapia de regeneración celular a base de inductores, para revertir los efectos de las enfermedades crónico-degenerativas; como en la nueva línea de investigación con este mismo tratamiento, para contrarrestar el COVID-19; ya que fortalece el sistema inmunológico y puede Prevenir el contagio del COVID-19 y evita complicaciones si hay infección, lo que explica por qué los niños menores de nueve años no superan el uno por ciento de contagios y su mortandad es del cero por ciento.

Además, las mujeres embarazadas también presentan una sintomatología muy ligera y una mortandad igual a cero por ciento, esto se debe a la migración de células madre pluripotentes que el embrión trasmite a la mamá mientras se encuentra dentro del útero, dándole una capacidad de respuesta mejor; de igual forma, no hay contagio de madre a hijo durante el parto o cesárea.

Pero, ¿Qué son las células madre pluripotentes?, se trata de aquellas células que tienen la capacidad de generar casi la totalidad de los tipos de tejidos, por eso son tan importantes y determinantes en los seres humanos.

Además, estudios realizados también han demostrado que es después de los 60 años cuando se incrementa el riesgo de contagio en un cuatro por ciento de mortandad por cada década de vida.

Con este conocimiento, el Coronel González López, asegura que los resultados de los estudios, tienen que ver con el número de células madre que tienen en el organismo los niños hasta los nueve años, ya que tienen una fuente diferente y adicional de producción de células del sistema inmunológico, esto debido a que tienen más células pluripotentes que pueden tener una respuesta rápida y convertirse inmediatamente en las líneas celulares que se necesitan para poder atacar al virus COVID-19 de una forma más fuerte y acelerada.

Señala el experto que, “a lo largo del tiempo vamos perdiendo células madre, lo que explica el por qué los adultos mayores son más propensos a los contagios, ya que a mayor edad ya no hay células madre que puedan generar las líneas celulares a la velocidad y con la respuesta rápida necesaria, como pasa con los niños, por el contrario, la respuesta se vuelve más lenta y la cantidad de células que se producen de estás lineas es menor, por mencionar algunas de estas líneas que son tan importantes: monocitos, las células naturales asesinas, y los linfocitos B y T, las cuales tienen una respuesta y multiplicación más rápida en los niños”.

Lo anterior se puede corroborar con el estudio realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de California en San Francisco (UCSF), los cuales demostraron que “el sistema inmune de los fetos humanos, procede de una fuente completamente distinta a la del sistema inmunológico adulto, y que tiende más a tolerar las sustancias extrañas de la madre y a luchar más agresivamente contra otras”. Con este descubrimiento se demuestra que las células fetales que se ponen en contacto con agentes extraños, se activan de manera más fuerte y tienen una capacidad de respuesta muy alta; lo que refuerza lo anteriormente mencionado por el Coronel González López, que señala que entre más pequeño es un niño produce más células T cooperadoras y éstas le permiten cierto grado de tolerancia con el contacto que puede tener con la madre, pero también le permite reaccionar contra agentes extraños como el coronavirus con mayor agresividad.

Con los adultos pasa algo distinto, porque tienen otro tipo de células llamadas T cooperadoras, que tienen una capacidad de reacción más lenta, por eso la tasa de contagio y mortandad es mucho mayor que la de los niños.

De acuerdo a lo que ha investigado y comprobado el Coronel González López, si utilizamos moléculas que puedan favorecer la multiplicación de células troncales en los adultos, tendríamos un efecto parecido al de los niños, porque tendríamos más células madre que pudieran responder de una manera más rápida y multiplicar más rápido las líneas celulares para poder afrontar este ataque viral.

De esta forma, la terapia de regeneración de células madre a base de inductores, podría ser la respuesta, ya que ésta ha demostrado que refuerza el sistema inmune del cuerpo humano multiplicando las células madre que a su vez se encargaran que crear las células necesarias para responder a un ataque viral.

A boy in a disposable mask crossing arms.

En suma, los estudios recientes que demuestran por qué los niños responden de mejor manera que los adultos, ante el COVID-19, refuerzan el principio científico en el que se sostienen años de investigación y aplicación de la terapia de regeneración de células madre a base de inductores, ya que este novedoso procedimiento desarrollado por este destacado Médico Militar, de alguna forma replica lo que sucede en cada ser humano cuando es bendecido con el milagro de la vida.

Una Solución Efectiva para el COVID-19

Los virus, a diferencia de las bacterias, son agentes infecciosos microscópicos acelulares, es decir son microorganismos no celulares constituidos por material genético, que solo pueden multiplicarse dentro de las células de otros organismos, obligando a la célula anfitriona a producir copias del mismo virus.

En el mundo celular, la información genética se almacena siempre en el ADN. Sin embargo, en el mundo viral también puede hacerlo en otra molécula, que es el ARN.

Una diferencia importante entre la copia de los genomas de ADN y los de ARN es que solo existen mecanismos de corrección de errores en el primer caso. La ausencia de mecanismos similares en la mayoría de los virus de ARN implica que su tasa de mutación es muy elevada, por ello los virus han aprendido a cambiar cuando creemos que tenemos la cura, como es el caso de la gripe, el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), el del ébola, y por supuesto los coronavirus.

En el caso particular del coronavirus han mutado desde su origen para convertirse en el virus SARS-CoV-2 causante de la enfermedad COVID-19, denominada así por la Organización Mundial de la Salud, que es un síndrome respiratorio agudo grave.

Ante el fenómeno de mutación de este y otros virus, la creación de vacunas efectivas es cada vez más difícil, porque lo que hoy es efectivo, mañana no lo será porque el virus toma otras características para defenderse de los antivirales.

Por ello, la lucha contra el COVID-19 amerita otro tipo de estrategia, misma que ha sido propuesta por un experto militar, el Coronel Médico Cirujano Gerardo Martín González López, quien desde hace más de 25 años se ha dedicado a la investigación y a salvar vidas con una novedosa terapia de regeneración celular a base de inductores.

El principio de esa terapia, es la reproducción de las células madre con las que todavía cuenta el paciente, por medio de una serie de moléculas inventadas y patentadas por el científico, mismas que multiplicarán a estas células a fin de regenerar a los órganos y sistemas afectados por el COVID-19, procedimiento que puede ser muy efectivo para fortalecer el sistema inmunológico y de esta manera prevenir el contagio y evitar las complicaciones críticas causadas por la enfermedad, ya que restablece las condiciones que se presentan en los seres humanos en sus primeros años de vida, por lo que hay que recordar que durante esta pandemia, se ha comprobado que los niños son los que más resisten este virus, teniendo una taza de mortalidad del cero por ciento.

En suma, la terapia de regeneración celular a base de inductores, es una estrategia médica distinta, pero muy adelantada a lo que hoy se está probando para contrarrestar los efectos devastadores del COVID-19, por lo que en caso de contagio o de manera preventiva, representa una solución sumamente efectiva.