La Humanidad en 2030 y más allá: 危機

Por: José Luis Cordeiro, MBA, PhD (www.cordeiro.org)

Estudió ingeniería en el MIT en Cambridge, MA, económicas en Georgetown University, en Washington DC, administración en la European Business School INSEAD en Fontainebleau, Francia, y ciencia en la Universidad Simón Bolívar (USB) en Caracas, Venezuela. Prospectivista, Escritor, conferencista y miembro de la Academia Mundial de Arte y Ciencia.

El ascenso del resto

Como nos acaba de demostrar la pandemia de Covid-19 o la invasión de Rusia a Ucrania, vivimos en un mundo de cambios acelerados y crisis continua. La palabra china para crisis tiene dos caracteres (危機): el primer caracter (危) representa el peligro y el segundo (機) se interpreta como oportunidad, cambio de tiempos, momento de posibilidad. Si bien el significado de estos caracteres chinos puede variar dependiendo del contexto y otros caracteres cercanos, el entendimiento de crisis (危機) como peligro (危) más oportunidad (機) nos ayuda a reflexionar sobre los grandes retos a los que tendrá que enfrentarse la humanidad en 2030.

China ya tiene la mayor economía del planeta, destronando a Estados Unidos de América tanto económica como científicamente. India no tardará en ponerse al día como la tercera potencia económica mundial, pasando a Europa, y su población continuará creciendo después de sobrepasar a China en 2025. El resurgir de Asia, representado por China e India, creará un desplazamiento dramático de la geopolítica mundial y del eje de poder en lo que se puede considerar como la gran transición actual del Oeste al Este. La hegemonía internacional de la que ha disfrutado el Oeste durante el último medio milenio volverá al Este, que ya había liderado el mundo en muchas áreas antes del Renacimiento Europeo.

Nuestro planeta en 2030 será radicalmente distinto al mundo de hoy. El rápido crecimiento económico y la acelerada convergencia tecnológica mejorarán las condiciones de la base de la pirámide.

Un robot para Presidente
El progreso en inteligencia artificial (IA) y robótica ha sido realmente increíbles y, sin embargo, apenas están comenzando. Desde que la IA y robótica moderna comenzaron a mitad del siglo XX, hemos visto avances realmente impresionantes. Actualmente existen robots que pueden imitar casi cualquier trabajo humano, pero sin cansarse y sin equivocarse. Lo mismo está ocurriendo con la IA, y según mi amigo Ray Kurzweil, Director de ingeniería de Google y cofundador de la Universidad de la Singularidad, una IA pasará pronto la famosa prueba o test de Alan Turing.

La compañía IBM ha venido desarrollando una IA de múltiples usos llamada Watson, en honor al fundador de IBM. Watson alcanzó la fama en 2011 al ganar “Jeopardy”, un popular juego de conocimiento en televisión estadounidense. Watson ha seguido avanzando rápidamente y ahora puede escribir artículos deportivos, preparar contratos y hasta analizar radiografías mejor que un médico oncólogo humano. De hecho, para la campaña electoral estadounidense del año 2016, hubo un movimiento para proponer a Watson como presidente: www.Watson2016.com. Desafortunadamente Watson no ganó en esa primera contienda.

De la ciencia ficción a la ciencia real
La ciencia ficción de hoy se convierte en la ciencia real de mañana. De hecho, la ciencia continuamente abre nuevas puertas del conocimiento. Lo que antes parecía imposible, a veces se vuelve realidad. Los teléfonos, los automóviles, los aviones, los cohetes, los antibióticos, los satélites espaciales, los ordenadores o computadores personales, la Internet, los celulares o móviles, todos parecían magia en su momento. Ahora, afortunadamente, cada uno de esos descubrimientos e invenciones son considerados normales por las nuevas generaciones.

Efectivamente, muchas ideas a veces avanzan de la ciencia ficción hacia la ciencia real. Sir Arthur C. Clarke, el conocido científico y autor de ciencia ficción, escribió hace casi medio siglo sus famosas tres leyes del futuro:

  1. Cuando un científico viejo y distinguido afirma que algo es posible, es casi seguro que está en lo correcto. Cuando afirma que algo es imposible, es muy probable que esté equivocado.
  2. La única manera de descubrir los límites de lo posible es aventurarse más allá de ellos, hacia lo imposible.
  3. Cualquier tecnología suficientemente avanzada no se diferencia de la magia.

Tecnologías exponenciales: singularidad e inmortalidad
El cambio no es constante, de hecho, el cambio se está acelerando a una gran velocidad. Veremos más transformaciones en los próximos 20 años que en los últimos 200 años. Algunas tecnologías están cambiando radicalmente la humanidad en general, y también cambiando a los seres humanos en particular. Muchos expertos hablan de las cuatro ciencias y tecnologías del futuro: NBIC (nano-bio-info-cogno). Los campos NBIC están convergiendo de una manera acelerada y ayudarán a trascender muchas limitaciones humanas para mejorar las vidas alrededor del mundo y, eventualmente, más allá de nuestro pequeño planeta.

Podríamos pensar en nano y bio como el hardware de la vida, y en info y cogno como el software de la vida. En las próximas dos décadas, seremos capaces de replicar y mejorar la complejidad de ambos, hardware y software, en los seres humanos. La complejidad de nuestro hardware se encarna en el genoma humano y sus tres gigabits de datos, mientras que la complejidad de nuestro software está implícita en el cerebro humano con alrededor de diez17 operaciones por segundo.

Hacia el Transhumanismo
La especie humana no es el fin, sino el comienzo de la evolución consciente. La tecnología nos permitirá pronto rediseñarnos a nosotros mismos y el transhumanismo es la primera cultura de este cambio. Nuestra especie no cambiará en el futuro por una lenta evolución biológica, sino por una nueva, rápida y directa evolución tecnológica que nos permitirá rediseñarnos a nosotros mismos en muchos sentidos. Esta aproximación futurista es conocida como transhumanismo y se basa en la premisa de que la especie humana no representa el fin de la evolución, sino el comienzo. El transhumanismo moderno pretende avanzar las ideas del humanismo clásico gracias a la ciencia y tecnología.

La humanidad alcanzará avances impresionantes durante los próximos años, mucho mayores que cuando evolucionamos de otros simios o cuando inciamos la colonizacion del planeta desde Africa. En los próximos años y décadas quizás algunos humanos lleguen a convertirse en transhumanos y posthumanos, cambiando para siempre la vida en la Tierra y en el universo. El escritor estadounidense David Zindell ya escribió: “¿Qué es un ser humano, entonces? ¡Una semilla! ¿Una semilla? Sí, una semilla que no tiene miedo de autodestruirse a si misma para crecer como un árbol.”